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Fallecido

Diego Rivera

Artes y Letras
Pintor
Ingreso: 15 de mayo de 1943

Quería que mis pinturas reflejaran la vida social de México tal como yo la veía, y mediante mi visión de la verdad mostrar a las masas un esquema del futuro.

Pintor. Gracias a su primera exposición (1907) ganó una beca a Europa. En 1922 pintó el mural La creación en el Anfiteatro Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria. En 1933 pintó un mural en el Rockefeller Center de Nueva York que fue destruido y cuyo tema replicó en 1934 en el Palacio de Bellas Artes. En 1947 recreó la historia de México en Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. Premio Nacional de Ciencias y Artes 1950. Sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres. Miembro fundador de El Colegio Nacional el 15 de mayo de 1943.

 

Juan O’Gorman. Retrato de Diego Rivera, 1958. Temple sobre masonite 

80 x 66 cm. Colección: El Colegio Nacional. Fotografía: Francisco Koche


Nació en la ciudad de Guanajuato, Guanajuato, el 8 de diciembre de 1886. A los once años de edad, ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes, de San Carlos, donde fue alumno de Andrés Ríos, Santiago Rebull, José María Velasco, Leandro Izaguirre y Félix Parra. En 1902, abandonó la Escuela de Bellas Artes y se trasladó al campo, donde se dedicó a pintar paisajes con absoluta libertad, así como al estudio de la historia precolombina y de la arqueología mexicana con el maestro Félix Parra. También entabló amistad con el grabador José Guadalupe Posada.

 

Fue uno de los artistas plásticos e intelectuales más reconocidos de principios del siglo XX. Perteneció al grupo de muralistas mexicanos, conformado principalmente por José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. Cultivó la pintura, el dibujo, el grabado y la escultura, igualmente, tuvo enorme interés por la arquitectura y fue uno de los primeros coleccionistas de arte prehispánico.

 

En 1907 presentó su primera exposición en la Academia de San Carlos con la que obtuvo una beca para estudiar en Europa. En Madrid, trabajó con Eduardo Chicharro en la Academia de San Fernando y se relacionó con con Ramón del Valle-Inclán y Ramón Gómez de la Serna. En París estudió las obras expuestas en los museos, conoció la pintura moderna de Paul Cézanne, Henri Rousseau y Pablo Picasso, y trabajó en las escuelas al aire libre de Montparnasse y a orillas del río Sena. Volvió a México en octubre de 1910 y participó en los actos del centenario de la Independencia, organizados por Porfirio Díaz. En julio de 1912 regresó a Europa, allí incursionó en el cubismo, fue discípulo de Pablo Picasso y exhibió obras en diversas exposiciones colectivas. En 1920, recorrió Italia durante diecisiete meses para estudiar el arte etrusco, bizantino y renacentista. Atraído por los cambios políticos y sociales ocurridos en los últimos años, como la muerte de Venustiano Carranza, el nuevo gobierno de Álvaro Obregón, así como la posibilidad de trabajar y crecer en su país, regresó a México en 1921.

 

En 1922 comenzó su periodo muralista con la decoración del Anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria. Conformó, junto con José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Xavier Guerrero, Carlos Mérida, Ramón de Alba y Fermín Revueltas, entre otros,  el Sindicato de Trabajadores Técnicos, de Pintores y Escultores. De 1923 a 1926 pintó ciento sesenta y tres frescos en los muros de la Secretaría de Educación Pública y de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo. Entre 1927 y 1928 fue invitado a la URSS por el Gobierno Soviético e impartió clases de Pintura Monumental en la Escuela de Artes Plásticas de Moscú.

 

Nuevamente en México, en 1929, realizó murales en el Palacio de Cortés en Cuernavaca, la obra conocida como Historia de Morelos, Conquista y Revolución; en la escalera monumental del Palacio Nacional, Epopeya del pueblo mexicano (concluida en 1935); el fresco del Palacio de Bellas Artes, El hombre controlador del universo (1934); los tableros para el Hotel Reforma en la Ciudad de México, México folklórico y turístico, La dictadura, Danza de los huichilobos y Agustín Lorenzo (Carnaval de Huejotzingo) (1936), actualmente en el Museo del Palacio de Bellas Artes; los frescos del Instituto Nacional de Cardiología (1944); Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central (1947-1948), originalmente para el comedor del Hotel del Prado; y en el Cárcamo de Dolores, El agua, origen de la vida (1951). En sus últimos años, realizó el frontis del Estadio Olímpico Universitario, La Universidad, la familia y el deporte en México; y la fachada del Teatro de los Insurgentes, por mencionar algunos.

 

En los Estados Unidos, pintó frescos en los muros de la escalera del Luncheon Club, del San Francisco Stock Exchange; en la School of Fine Arts, de San Francisco, California, y en la casa de Mrs. Rosalind Sterns, de la misma ciudad. En Nueva York, en el Rockefeller Center, en el edificio de la Radio City Music Hall (fresco destruido que posteriormente repitió en el Palacio de Bellas Artes de México); en el New Worker ‘s School y los frescos en el Detroit Institute of Fine Arts.

 

Participó en numerosas exposiciones en México, Europa y los Estados Unidos. Algunas de sus pinturas de caballete son  Retrato de Angelina Beloff (1909), Los viejos (1912), La mujer del pozo (1913), Marinero almorzando (1914), Paisaje zapatista (1915), Bañista en Tehuantepec (1923), La molendera (1924), Festival de flores (1925), La vendedora de flores (1926), Los hijos de mi compadre (1930), Retrato de Lupe Marín (1938), Familia (1934), El portador de flores (1935), Vendedora de pinole (1936), Modesta (1937), Autorretrato (1941), Retrato de Carlos Pellicer (1942), Retrato de Natasha Gelman y Vendedora de alcatraces (1943), Desnudo con alcatraces y Día de Muertos (1944), Paisaje nocturno y El comalero (1947), Retrato de Ruth Rivera (1949), Retrato de la Sra. Doña Elena Flores de Carrillo (1953), Estudio del pintor (1954), Atardecer en Acapulco y Desfile del 1º de mayo en Moscú (1956), entre otras.

 

Colaboró como ilustrador de libros, revistas y otras publicaciones. Escribió numerosos artículos en medios como la revista El Machete y Mexican Folkways. El Colegio Nacional ha reunido sus textos en tres tomos.

 

Entre otros reconocimientos, obtuvo la Medalla de Oro 1929, del Instituto Americano de Arquitectos y el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1950. El Instituto Nacional de Bellas Artes organizó una exposición por el 50 aniversario de la trayectoria artística del pintor, en 1949 y, un año después, fue nombrado representante de México en la Bienal de Venecia, junto con Siqueiros, Rufino Tamayo y Orozco. La Academia Nacional de Artes de Argentina lo reconoció como miembro.

 

Diego María Rivera Barrientos fue miembro fundador de El Colegio Nacional desde el 15 de mayo de 1943.

 

Falleció en la Ciudad de México el 24 de noviembre de 1957.

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