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Fallecido

Guillermo Haro

Ciencias Exactas
Astrónomo
Ingreso: 29 de octubre de 1953

Servirse de la ciencia y de la técnica con un profundo espíritu humanista, conducirlas, encauzarlas hacia el bienestar y la paz, es la tarea fundamental de nuestra época.

En 1954 descubrió un gran número de estrellas variables T-Tauri y una nueva clase de nebulosidades cósmicas, llamadas Objetos Herbig-Haro. En 1956 informó de una nueva clase de galaxias de color azul muy intenso, las cuales se conocen como Galaxias Haro. Asimismo, en 1959, demostró que existe un gran número de estrellas azules en halo de la Vía Láctea, dichas estrellas fueron identificadas como enanas blancas, entre otros descubrimientos. Fue director del Observatorio Astronómico Nacional de la UNAM, Tacubaya (1948), y del Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla, Puebla (1950). Fundador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica. Autor de más de ochenta trabajos de investigación, entre ellos, “Diffuse Moving Object” (1954) y “Flare Stars” (1968).  Premio Nacional de Ciencias y Artes 1963 y Medalla Lomonósov 1986, de la Academia de Ciencias de la URSS. Miembro del Consejo Directivo de la American Astronomical Society y miembro asociado de la Royal Astronomical Society, Inglaterra.

 

Roberto Chaudón. Retrato de Guillermo Haro, 1994. Óleo sobre tela 

90 x 70 cm. Colección: El Colegio Nacional 


Nació en la Ciudad de México el 21 de marzo de 1913. Trabajó como ayudante en el Observatorio Astrofísico de Tonantzintla, Puebla. Posteriormente, realizó estudios y trabajos de investigación en el Harvard College Observatory, como becario de la Universidad de Harvard, y colaboró con astrónomos de la Universidad de Chicago.

 

En 1954 descubrió un gran número de estrellas variables T-Tauri y una nueva clase de nebulosidades cósmicas, llamadas Objetos Herbig-Haro. En 1956 informó de una nueva clase de galaxias de color azul muy intenso, las cuales se conocen como Galaxias Haro. Asimismo, en 1959, demostró que existe un gran número de estrellas azules en halo de la Vía Láctea, dichas estrellas fueron identificadas como enanas blancas. Junto con sus colaboradores, descubrió un gran número de nebulosas planetarias, novas, supernovas, cuasares, entre otros. Fundó el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), en Tonantzintla, Puebla (1971), como director de este último, promovió el nacimiento y desarrollo de la investigación óptica en México.

 

Fue investigador (1947) y director (1948) del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) de la UNAM, en Tacubaya−después transformado en Instituto de Astronomía−, cargo nombrado por el rector Salvador Zubirán, con la encomienda de reorganizar el observatorio y adaptarlo a las exigencias de la astronomía y astrofísica modernas; asimismo, promovió becas en el extranjero para los mejores estudiantes de la Facultad de Ciencias que mostraban vocación por la astronomía. En 1950 fue nombrado director general del Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla, por el secretario de Educación, Manuel Gual Vidal, durante veinte años dirigió ambos observatorios. Participó en la creación de la Academia de la Investigación Científica, hoy Academia Mexicana de la Ciencias, de la cual fue vicepresidente (1959-1960) y presidente (1960-1962). Inició los trabajos de estudio in situ para la creación de un nuevo observatorio en San Pedro Mártir, en Baja California (1968). En 1971 fundó el INAOE, ubicado en Tonantzintla, Puebla, del que también fue su director (1972-1983). Desde 1984 se reintegró como investigador y consejero del Instituto de Astronomía de la UNAM, donde laboró hasta su muerte.

 

Fue investigador huésped en el Observatorio de Crimea, URSS (1954); los observatorios de Mount Wilson y Mount Palomar, EUA (1959); y el Observatorio Astrofísico de Byurakan, Armenia, URSS (1970).

 

Autor de más de ochenta trabajos de investigación, entre ellos, “Diffuse Moving Object” (1954), “The Unusual Brightness in the Ultraviolet of Certain T Tauri-Type Stars” (1955), Objetos Herbig-Haro (1957), “Variables eruptivas en el halo galáctico” (1960), “Flare Stars” (1968), “On the Photoelectric Photometry of Some Orion Flare Stars (1969) y “A Catalog and Identification Charts od the Pleiades Flare Stars (1982).

 

Fundó, editó y dirigió el Boletín de los Observatorios de Tonantzintla y Tacubaya (1952-1973). Junto con Samuel Ramos y Eli de Gortari fundó el Seminario de Problemas Científicos y Filosóficos (1955).

 

Recibió la Medalla de Oro Luis G. León 1953, de la Sociedad Astronómica de México; la Medalla Honorífica 1962, de la Academia de Ciencias de Armenia; el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1963; Premio de Ciencias del estado de Puebla 1984; Medalla Lomonósov 1986, de la Academia de Ciencias de la URSS; y el Premio Universidad Nacional 1986.

 

Fue miembro del Consejo Directivo de la American Astronomical Society (AAS), miembro asociado de la Royal Astronomical Society, Inglaterra; vicepresidente de la Unión Astronómica Internacional y de la AAS; asesor del Conacyt. Doctor honoris causa por el Case Institute of Thechnology, la Universidad de Upsala y la Michoacana San Nicolás de Hidalgo.

 

Ingresó a El Colegio Nacional el 29 de octubre de 1953. Su discurso “En el cielo y en la tierra” fue contestado por Manuel Sandoval Vallarta.

 

Falleció en la Ciudad de México el 27 de abril de 1988.

En el cielo y en la tierra 

 
Si mi aceptación como miembro del Colegio Nacional ha sido una sorpresa, pueden ustedes tener la seguridad de que yo fui el primer sorprendido. Por la índole de mi profesión estoy alejado, al menos físicamente, de los centros donde la cultura mantiene una relación estrecha con la vida social, y por la naturaleza de mis trabajos, éstos circulan entre un reducido grupo de especialistas, lo cual supone que aparezcan privados de una inmediata resonancia.
La circunstancia de haber merecido el más alto honor a que puede aspirar un científico mexicano, debo acreditarla a la fascinación que ejerce en los espíritus selectos la belleza y el misterio de la astronomía. No prescindo de mencionar entre las causas favorables que pudieron influir en mi designación, la de ser un astrónomo de muy buena estrella.

 


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