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Pablo Rudomin

Ciencias Biológicas y de la Salud
Neurofisiólogo
Ingreso: 25 de febrero de 1993

Más que formular leyes, los neurofisiólogos analizamos comportamientos particulares con los cuales intentamos generar modelos aproximados que expliquen el funcionamiento del sistema nervioso.

Neurofisiólogo. Sus investigaciones se centran en los cambios en la conectividad de las neuronas de la médula espinal durante procesos inflamatorios. Ha publicado más de 120 artículos de investigación en revistas especializadas. Premio de la Academia de la Investigación Científica 1971, Premio Nacional de Ciencias y Artes 1979, Premio Príncipe de Asturias 1987 y Krieg Achievement Award 2002. Doctor honoris causa por la UNAM, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Autónoma de Nuevo León. Ingresó a El Colegio Nacional el 25 de febrero de 1993.


Nació el 15 de junio de 1934 en la Ciudad de México. Estudió Biología en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la maestría y el doctorado en Ciencias en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN.

Es uno de los neurofisiólogos de mayor prestigio en la comunidad internacional. Se especializa en el análisis de los mecanismos del control central de la información transmitida por las fibras sensoriales en la médula espinal, en la forma en la que éstas se modifican durante lesiones centrales y periféricas, así como en procesos de inflamación aguda.

Es docente desde 1961. Ha sido profesor visitante de la Universidad Rockefeller, EUA (1959-1960); del Instituto de Patología Médica de Siena, Italia (1960-1961); del Laboratorio de Biología Marina, Woods Hole, Massachusetts (1960); del Laboratorio de Neurofisiología de los Institutos Nacionales de Salud, en Bethesda, Maryland (1968 y 1969); de la Universidad de Göteborg, Suecia (1977 y 1980), y en la John Curtin Medical School, Canberra, Australia (1983). Fue nombrado Fogarty Scholar en residencia de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (1984-1991). Actualmente es investigador titular emérito del Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav, del que fue jefe en el periodo 1992-2000.

Cuenta con más de 122 publicaciones científicas y ocho de divulgación. Algunos de sus libros son Hacia la frontera de lo complejo: los misterios del cerebro (coord.; 2001), Acople cerebro-computadora ¿Matrimonio en ciernes? (coord.; 2008), Control motor y cognición. Propiedades emergentes de redes neuronales (coord.; 2012) y Crónicas de una búsqueda (2018). El Colegio Nacional ha publicado su obra en ocho tomos.

Sus aportaciones científicas le han valido reconocimientos como el Premio en Ciencias Naturales de la Academia de la Investigación Científica 1972, el Premio Nacional de Ciencias 1979, el Premio Príncipe de Asturias 1987 (hoy Princesa de Asturias), el Premio Luis Elizondo 1989, la Presea Lázaro Cárdenas del IPN 1996, el Krieg Achievement Award 2002 de la Asociación Internacional Ramón y Cajal y el Premio de Antigüedad 2013 por el Cinvestav por sus más de 52 años de labor docente y trayectoria científica. En 1997 fue nombrado investigador nacional emérito del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt. Doctor honoris causa por la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Es miembro de numerosos comités, consejos y organizaciones, entre ellos, The Third World Academy of Sciences, el Comité de Membresía del International Brain Research Organization, es miembro titular de la Academia Mexicana de Ciencias (2012). De 1996 a 2003 fue coordinador general del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República.

Pablo Rudomin Zevnovaty ingresó a El Colegio Nacional el 25 de febrero de 1993. Su discurso “Mecanismos de control de la información sensorial en la médula espinal de los vertebrados” fue contestado por José Sarukhán Kermez.

Mecanismos de control de la información sensorial en la médula espinal de los vertebrados

Hace cuarenta años asistí, por primera vez, a un curso que impartió Arturo Rosenblueth en El Colegio Nacional. La claridad de sus exposiciones y el rigor con el que analizaba la evidencia experimental fueron extremadamente motivantes para mí. En el medio social en que me desenvolvía existían enormes presiones para que me dedicase a actividades económicamente lucrativas. No había un entendimiento de la pasión por la investigación científica.

 


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