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Ranulfo Romo

Ciencias Biológicas y de la Salud
Neurofisiólogo
Ingreso: 9 de marzo de 2011

*En suspensión por tiempo indefinido

Neurofisiólogo. Autor de más de 150 artículos científicos y ocho libros. Actualmente investiga cómo los circuitos cerebrales determinan la toma de decisiones. Pertenece a las academias Nacional de Ciencias de los Estados Unidos y Americana de Artes y Ciencias, entre otras. Premio Demuth 1990, Premio de Ciencia y Tecnología de la OEA 1994, Premio Universidad Nacional 2000, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2000 y Premio TWAS 2002, entre otros. Es doctor honoris causa por la UNAM y por la Universidad de Sonora. Ingresó a El Colegio Nacional el 9 de marzo de 2011.


Nació el 28 de agosto de 1954 en Ures, Sonora. Realizó sus estudios de médico cirujano en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y los de doctorado (doctorado de estado) en la Universidad de Paris, Francia.

Se ha desempeñado profesionalmente en distintas instituciones, tanto en México como en otros países: investigador en la División de Neurofisiología del Departamento de Investigación Científica, del Centro Médico Nacional del IMSS (1978-1981); en el Colegio de Francia, en París, Francia (1981-1984); en el Instituto de Fisiología de la Universidad de Friburgo, en Friburgo, Suiza (1985-1987); y en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, EUA (1987-1989). Desde este último año es Investigador Titular de Tiempo Completo en el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.

Ranulfo Romo es universalmente reconocido por haber descubierto cómo una sensación se transforma en percepción, memoria y, finalmente, en la toma de una decisión. Este descubrimiento constituye la más completa descripción de cómo los circuitos cerebrales que construyen la percepción se enlazan con la memoria al servicio de la toma de una decisión.

El doctor Romo ha recibido, entre otras distinciones, el Premio Demuth, en Berna, Suiza (1990); la Beca Guggenheim (1991); el Premio de Ciencia y Tecnología de la OEA (1994); el Premio “Dr. Maximiliano Ruiz Castañeda”, de la Academia Nacional de Medicina, México, en varias ocasiones (1995, 1997, 1998, 2000 y 2002); el Premio Nacional de Ciencias (2000); el Premio TWAS en Ciencias Médicas, de la Academia de Ciencias del Mundo en Desarrollo (2002), Trieste, Italia, y el Premio “Ranwell Caputto” de la Sociedad Argentina de Neurociencias (1999), entre otros.

Asimismo, en 2003 fue electo miembro de la Academia de Ciencias del Mundo en Desarrollo (TWAS) y en 2005 fue electo Miembro Extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de los EUA; más recientemente, el doctor Romo fue electo miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias, distinciones que muy pocos mexicanos han recibido. Además de estos reconocimientos, el doctor Romo ha impartido la Cátedra “Hans Lucas Teuber” en el Instituto Massachusetts de Tecnología (MIT), la Cátedra “Brooks” en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, la Cátedra “Ragnar Granit” en el Instituto Karolinska y la conferencia plenaria del Congreso de la Sociedad de Neurociencias de los EUA. En 2011 fue electo como Miembro del Psychological Symposium, Mondsee, Austria.

Ha publicado a la fecha ocho libros y más de 150 artículos científicos en revistas arbitradas internacionalmente de primer nivel. También se ha destacado en la formación de recursos humanos. Algunos de sus estudiantes son ahora investigadores independientes en universidades de México y en los Estados Unidos de América.

El doctor Ranulfo Romo ingresó a El Colegio Nacional el 9 de marzo de 2011. Su discurso de ingreso, “Crónicas cerebrales”, fue contestado por el doctor Pablo Rudomin.

Crónicas cerebrales

El 15 de mayo de 1943, en su discurso oficial de inauguración de El Colegio Nacional, Alejandro Gómez Arias, uno de los promotores de su creación, textualmente mencionó que el principio de la nueva institución sería: Reunir a los hombres más destacados de mi patria. Después apuntó: El Colegio Nacional sobrevivirá porque no es un grupo cerrado de hombres, ciertamente que es el Estado quien los ha seleccionado, quien los ha elegido, pero el país los tenía y a catalogados, su designación, pues, no ha sido sino la llana ejecución de un mandato de conciencia pública. Si bien ahora las circunstancias no son las mismas que hace 68 años, estoy plenamente consciente del valor cívico e intelectual que representa pertenecer a El Colegio Nacional, de manera que mi profunda gratitud es para el doctor Pablo Rudomin, quien junto con otros colegas, tuvo la iniciativa de proponer mi candidatura. Agradezco a sus miembros el haberme elegido.

 


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