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Eduardo Matos: el arqueólogo que hurga en ecosistemas prehispánicos para entender el presente

Eduardo Matos: el arqueólogo que hurga en ecosistemas prehispánicos para entender el presente

octubre 18, 2017
Noticias Prensa

 

Crónica | 14 octubre 2017 | http://www.cronica.com.mx/notas/2017/1047736.html

Hace cuatro décadas Eduardo Matos Moctezuma (Ciudad de México, 1940) inició uno de los proyectos más importantes para conocer el pasado prehispánico de la Ciudad de México: el Proyecto Templo Mayor. Dicho proyecto, que incluye a biólogos, antropólogos, restauradores, químicos y geólogos, contribuyó a que el Centro Histórico de la capital del país fuera declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, es por eso que el arqueólogo mexicano fue galardonado con el Premio Crónica 2017 en la categoría de Cultura.

“Conozco la trayectoria de la entrega de los premios Crónica, sé las personalidades que lo han recibido, entonces es un gran honor para mí, pero realmente es un reconocimiento a toda una labor que desarrollamos muchas personas en Templo Mayor”, comenta el también investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). 

Que un medio de difusión dentro del periodismo nacional reconozca tu trabajo, añade Matos Moctezuma, “es realmente significativo por lo que implica el premio, por las personas a las que se les ha entregado antes y que me toque a mí ahora en uno de los rubros, es realmente muy emotivo”.

El galardonado es maestro en Ciencias Antropológicas, con especialidad en Arqueología, por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), instituciones con las que ha realizado investigaciones en sitios arqueológicos como Tepeapulco, Bonampak, Comalcalco, Cholula, Coacalco, Tlatelolco, Tula y Teotihuacán; así como la generación de más de 480 fichas bibliográficas que comprenden libros, artículos, introducciones, prólogos, presentaciones, reseñas, críticas, catálogos y guías.

¿Qué es lo que le sorprende a Matos Moctezuma de las culturas prehispánicas?

—La gran cantidad y variedad de ciudades que tenemos en Mesoamérica y además como caso único en el mundo, aquí estuvieron presentes en diferentes medios, por ejemplo, yo siempre digo que la cultura egipcia se dio en un ambiente más o menos homogéneo, pero aquí tenemos una variedad impresionante de ecosistemas que el hombre aprovechó para crear sus ciudades.

Por ejemplo, menciona a Teotihuacán en el Centro de México, a Monte Albán en un entorno de montaña, las ciudades mayas en ecosistemas de selva y ciudades lacustres como Tenochtitlan y Tlatelolco.

¿Qué significa para usted cada hallazgo en Templo Mayor?

—Para el arqueólogo, el valor de una pieza o de un conjunto de piezas está en el dato que le va a proporcionar, así sea una pequeña punta o una escultura monumental, ¿qué información me va a dar para comprender el pasado? Desde esa perspectiva, no es irte del lado de la belleza de la pieza. Esa belleza sí es un aspecto importante desde la perspectiva de la estética, pero en general, estamos tratando sociedades y tenemos que, a través de los materiales, entender cómo funcionó esa sociedad.

EL CRONISTA. Eduardo Matos Moctezuma es uno de los mexicanos más reconocidos a nivel internacional y muestra de ello es que este 2017 fue creada por la Universidad de Harvard, Massachusetts, Estados Unidos, una cátedra que lleva su nombre y además ha sido un participante recurrente y esperado en las ferias internacionales del libro, en donde México es el país invitado. Fue el caso de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 2015 y la Feria Internacional del Libro Lima 2017.

¿Cuáles mitos fundacionales del México prehispánico son controvertidos?

—Hay casos de la historia que han dado pie a que se les dé por un hecho cuando en realidad habría que reflexionar mucho sobre ellos, como la famosa águila parada sobre el nopal, que es el mito fundacional de Tenochtitlan. Hay otros que no necesariamente son mitos fundacionales, por ejemplo, la gente me pregunta mucho en conferencias: ¿cómo es posible que 800 o mil españoles hayan vencido a miles y miles de mexicas? Les respondo: es que no eran 800 españoles, eran esos más miles y miles de contingentes indígenas que se unieron a los españoles en contra de Tenochtitlan. “¿Por qué se unieron? porque estaban sujetos al tributo que les debían pagar, entonces vieron un momento de poderse liberar y se unieron a la Conquista. Entonces eso hay que entenderlo, ver bien históricamente cómo se dio y porqué se dio.

—Para usted, ¿quién fue Hernán Cortés?

—Pienso que era una persona muy audaz y en general no tanto es la persona en sí, sino el hecho histórico de que estuvo dentro de una serie de vicisitudes, que emprendió lo que ahora conocemos como la Conquista de México, allí hay que analizar precisamente ese proceso. No únicamente plantearse si fue bueno o fue malo, toda conquista trae aparejada, donde quiera que se haya dado, crueldad y avasallamiento y ésta no fue la excepción. Desde esa perspectiva habría que analizar el momento y cómo se vio.

Matos Moctezuma es autor de libros como La muerte de los mexicas (2010, Tusquets), Escultura monumental mexica (2009, FCE), Estudios mexicas (1995-2005, El Colegio Nacional) y además, cada mes, escribe la columna Mentiras y verdades en la revista Arqueología Mexicana.

¿Se considera un cronista?

—Me consideraron otros, por ejemplo Guillermo Tovar y de Teresa, que era cronista de la Ciudad de México, me dio un diploma como cronista del Templo Mayor, pero le dije: pero ponle también “y de lugares anexos”. Son otros los que consideran una cierta faceta de cronista. Recientemente el Gobierno de la Ciudad a través del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México reeditó un libro que escribimos Vicente Quirarte y Ángeles González Gamio que se llama México 1554-2012, ahí hacemos un recorrido por el Centro y vamos relatando 500 años de historia. Es interesante y ha tenido mucho éxito.

Ser pionero a veces implica recibir críticas, pero en el caso de Matos Moctezuma, al ser pionero en el estudio interdisciplinario y en las nuevas formas de excavación para la zona arqueológica Templo Mayor, los comentarios siempre han estado a su favor.

“Recuerdo muy al principio de 1978, en el primer año del Proyecto Templo Mayor, sobre todo arquitectos decían que cómo se iba a quitar el México colonial para favorecer el México prehispánico, eso se les aclaró muy pronto a través de la dirección del INAH, porque se estableció una junta de monumentos formada por arquitectos y entonces me invitaron a ver la antigüedad de los edificios y determinar si eran coloniales o no. Sólo uno tenía elementos coloniales, un arco que se preservó y se mandó a Churubusco, todos los demás eran del siglo XX, con eso se les hizo ver que no existían monumentos coloniales”, indica.

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