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El genio de los castillos de arena: Teodoro González de León

El genio de los castillos de arena: Teodoro González de León

septiembre 26, 2017
Noticias Prensa

Siempre | 15 septiembre 2017 | http://www.siempre.mx/2017/09/teodoro-gonzalez-de-leon-el-genio-de-los-castillos-de-arena/

Este 16 de septiembre se cumple el primer aniversario luctuoso de uno de los arquitectos más importantes en la historia de México.

Sería casi imposible reconocer la Ciudad de México sin alguno de los edificios creados por Teodoro González de León: se trata de uno de los artistas imprescindibles de los siglos XX y XXI no sólo de nuestro país sino de todo el mundo.

Nacido en la capital mexicana el 28 de mayo de 1926, realizó sus estudios formales en la Escuela Nacional de Arquitectura para después trabajar con algunos de los baluartes del rubro en esos años como Carlos Obregón Santacilia y Mario Pani Darqui. Posteriormente, tendría la oportunidad de viajar a Francia y trabajar en el afamado estudio de Charles-Édouard Jeanneret-Gris, mejor conocido como Le Corbusier, quien es considerado uno de los mejores exponentes de la arquitectura moderna; dicho período marcaría determinantemente la formación de González de León.

A su regreso a México y al lado su gran amigo Abraham Zabludovsky, Teodoro González de León desarrolló un estilo único en donde el hormigón cincelado fungió como el material distintivo para sus creaciones, además de una conjugación de las formas del espacio con la luz natural y la funcionalidad. Desde sus primeros trazos, sus obras se convirtieron en referentes urbanos de la Ciudad de México, transformando el paisaje de la urbe y marcando la pauta de la arquitectura contemporánea a nivel nacional.

Entre las construcciones representativas de Teodoro González de León podemos enumerar El Colegio de México, la casa matriz de el Fondo de Cultura Económica, la Universidad Pedagógica Nacional , el complejo Reforma 222, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la U.N.A.M., las Torres Arcos Bosques, el Museo Rufino Tamayo, el Palacio de Justicia Federal y la Torre Vierreyes.

A la par de su labor de autor, Teodoro González de León participó activamente en proyectos de restauración de diferentes inmuebles como el Auditorio Nacional, el Centro Cultural Bella Época y el edificio sede de El Colegio Nacional, institución de la que fue miembro desde 1989.

Su notable trayectoria fue reconocida con múltiples galardones como el Premio Nacional de Ciencias y Artes, numerosos premios en bienales internacionales y el Premio Nacional de Arquitectura.

Octavio Paz, de quien fue un intimo amigo, comentaba de su obra:

“La arquitectura de Teodoro me seduce, ante ella siento la misma atracción, mitad afectiva y mitad racional, que experimento ante ciertas obras musicales y algunos poemas y cuadros”

Enrique Krauze, con quien también compartió una larga y grata amistad, escribió que

“sus edificios son como islas de solidez y serenidad en el naufragio de la ciudad, enclaves perfectamente funcionales de tradición y modernidad. Hay en su obra una incesante voluntad de renovarse, de hallar un lenguaje propio, personal. Y, si se me permite la paradoja, hay también un futurismo arqueológico, reminiscencias de la historia que la trascienden. Pienso en sus grandes espacios, texturas, volúmenes, taludes prehispánicos pero también en los patios, arcos y motivos coloniales, mestizaje integrado por su vertiginosa imaginación. En esa presencia del pasado –respetuosa pero dinámica– quisiera encontrar otra zona de convergencia con Teodoro.”

El 16 de septiembre de 2016, un ataque cardiaco cerró los ojos de quien reinventó la ciudad a través de materializar su imaginación, pero basta salir a caminar en ella para encontrarnos nuevamente con sus ideas, su legado y su genialidad inmortal.

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