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Fernando del Paso abrió, en Madrid, los actos de homenaje que lo llevarán este sábado a recibir el máximo galardón de las letras en español

Fernando del Paso abrió, en Madrid, los actos de homenaje que lo llevarán este sábado a recibir el máximo galardón de las letras en español

abril 22, 2016
Boletines Institución

El País | 21 abril 2016 | http://cultura.elpais.com/cultura/2016/04/21/actualidad/1461246965_871557.html

El narrador, poeta, ensayista y dramaturgo estaba en silla de ruedas debido a que aún sigue en recuperación de un ataque isquémico que hace tres años le afectó el habla, el equilibrio y la coordinación. Hasta hace un año empezó a hablar de nuevo. Este jueves, con voz pausada, y a veces confusa, el autor del clásico Noticias del imperio abordó casi todos los temas con su agudeza y humor tradicional: política mexicana, sociedad mexicana, retos mexicanos, cultura mexicana, literatura mexicana y sus libros favoritos españoles.

Fernando del Paso es el sexto mexicano en obtener el máximo galardón de las letras en español en sus 40 años, y el suyo es el cuarto en los últimos diez: Octavio Paz (1981), Carlos Fuentes (1987), Sergio Pitol (2005), José Emilio Pacheco (2009) y Elena Poniatowska (2013).

El autor de José Trigo tiene fe en que pronto pueda volver a abordar literariamente los problemas mexicanos. Hoy se conforma con hablar de ellos. Tras pedir a los periodistas que le preguntaran más despacio, Del Paso habló a su ritmo.

Sobre México: “Me preocupa esa inmensa pobreza después de tantos siglos independientes. Tenemos mentalidad de países colonizados, pero debemos deshacernos de ella…”.

Sobre su discurso: “¿Es pasado mañana, no? Será sencillo. Hay de todo, como en botica… Hablo poquito de política, mucho de literatura…”.

Sobre el idioma: “El español fue impuesto a sangre y fuego. Fue hace muchos años. Ahora es tan nuestro como de cualquiera. Nos pertenece. Tenemos tanto derecho como los españoles a decir que es nuestro idioma porque es lo que hemos mamado de niños. En América hay varias clases de español…”.

Sobre lenguas nativas: “Soy respetuoso de los idiomas aborígenes, pero no son lenguas de comunicación…”.

Sobre su obra: “El jurado del Cervantes calificó mi obra de arriesgada, supongo que su decisión también es riesgosa…”.

Sobre el dinero del premio: “Tengo que consultar a mi esposa que hacer con él…”.

Sobre el Quijote: “La primera vez que lo leí tenía 12 o 13 años, tal vez menos. Me impactó la riqueza del lenguaje y que un libro serio se llevaba tan bien con el humor…”.

Sobre autores españoles: “El que desató mi euforia de escribir fue Miguel Hernández con la lectura de El rayo que no cesa… El Quijote, sin duda. Hubo una época con Gabriel Miró… Me gusta Cela, los Goytisolo y los Machado, Valle-Inclán, Gómez de la Serna… Los clásicos del Siglo de Oro, siempre vuelvo a ellos…”.

Sobre el legado en la Caja de las Letras. “Nada extraordinario (sus dos primeras novelas, un disco con su propia voz grabada y una camisa que perteneció al poeta mexicano José Carlos Becerra). Se abrirá en cien años. Cien años de soledad es suficiente, podrían haber sido 200 o 300, pero un siglo es adecuado…”.

Sobre escribir: ‘El respeto a las letras, la disciplina, hay que sentarse a escribir aunque no se tenga nada que decir y, sobre todo, leer mucho…’.

Sobre poesía: “La poesía se escribe si se siente uno poeta en ese momento”.

Sobre el libro suyo favorito: “Palinuro de México, una especie de biografía inventada; otra cosa es que yo hubiera querido que eso me pasara…”.

Pero es una verdad a medias porque recoge parte de lo que él era en los años 50. Y ahí estaba el Fernando del Paso que dejó atrás a aquel joven que soñaba con ser médico y se presentaba ante los demás como pintor y dibujante, aunque, en realidad, hallaba la felicidad en la escritura de versos de amor.

Eso es él. Poeta. Aunque todos lo vistan de autor de historia y de México, de historia mexicana. Solo que, en realidad, esa es la vía que utiliza el premio Cervantes para hablar sobre temas comunes a todos: amor, erotismo y crítica hacia todos lados esparcida de dosis de humor. Una enseñanza que le dejó don Miguel de Cervantes Saavedra, a quien este sábado, en los 400 años de su muerte, recordará al recibir el galardón que lo emparenta.

Cuando José María Lasalle, secretario de Estado de Cultura, cerró el acto, Fernando del Paso atinó a decir: “Solo quiero decir una cosa más. Amo este país, sus tradiciones, por eso me halaga este premio”. Y llegaron los aplausos mientras lafamilia muégano-Del Paso salía de todas partes para ir hacia el escritor y sonreír ante los flases.

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