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Χρώμα / Color / Tlapalli – Día 1

Χρώμα / Color / Tlapalli – Día 1

enero 17, 2017
Noticias Prensa

ECN | 17 enero 2017

  •  Arqueólogos, historiadores y especialistas reconstruyen el color de dos civilizaciones antiguas en El Colegio Nacional.

El color le da vida a las imágenes y le confiere, de alguna u otra manera, realismo a las esculturas. En todas las civilizaciones del mundo, el color ha servido para transmitir simbolismos, ideas puntuales en torno al significado de una obra, contribuyendo a su entendimiento o a su interpretación.

 El uso del color tuvo una enorme trascendencia entre los grecorromanos y los mexicas, cuyas creaciones artísticas estuvieron llenas de tonos y pigmentos que el tiempo fue borrando. Gracias al trabajo de historiadores, arqueólogos, restauradores y otros especialistas, hoy en día se sabe que piezas escultóricas como la Kore del Peplo o el monolito de la Tlaltecuhtli, fueron coloridas alguna vez.

 “La policromía se puede rescatar, estudiar, y de esta manera, aportar mucho a la estética de los pueblos antiguos”, aseguró el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, al inaugurar el coloquio internacional χρώμα – Color – Tlapalli, que organiza junto a Leonardo López Luján en El Colegio Nacional para compartir los más recientes trabajos de investigación sobre el cromatismo en el arte grecorromano y mexica.

Colores como el rojo, el verde, el azul, el ocre y el negro, elaborados a partir de distintos materiales como la hematita o el carbón vegetal, fueron utilizados por estas dos culturas a lo largo de su existencia. “Muchos estudiosos del pasado, teorizando sobre estas culturas, no tomaron en cuenta que la mayor parte de ellas estaban pintadas, policromadas”, señaló Leonardo López Luján, “gracias a las nuevas investigaciones y reconstrucciones podemos ver cómo el color transforma la apariencia de las esculturas”.

En el primer día de actividades del coloquio, el director del Proyecto Templo Mayor, explicó el análisis y la reconstrucción policromática realizados al monolito de la Tlaltecuhtli, al Chac Mool y a unas esculturas de serpiente en el Templo Mayor, lugar donde “el simbolismo cromático es mayor” a otros recintos arqueológicos, relacionándose los colores a los puntos cardinales o a deidades específicas.

El arqueólogo afirmó que estos estudios, efectuados a partir de 2004 en dicho recinto, no se hubieran podido realizar sin la inspiración ni los trabajos previos de Vinzenz Brinkmann y Ulrike Koch-Brinkmann, reconocidos investigadores alemanes que se han dedicado a reconstruir el color de la civilización grecorromana.

El matrimonio Brinkmann también participó en esta primera jornada, haciendo un recorrido historiográfico de los estudios sobre la reconstrucción del color y recreando las técnicas que emplearon los antiguos grecorromanos para pintar sus esculturas.

Usando tecnología de punta y buscando reconstruir de manera fidedigna y precisa la policromía de esta civilización, Vinzenz Brinkmann y Ulrike Koch-Brinkmann han identificado pigmentos y aglutinantes (semejantes a los fabricados por los mexicas), llevando a cabo restituciones cromáticas de algunas esculturas conocidas como, por ejemplo, el Calígula de Roma o la Kore del Peplo.

El día de mañana continuarán las actividades del coloquio internacional χρώμα – Color – Tlapalli en El Colegio Nacional a partir de las 10 hrs. El registro, el análisis y la conservación de pinturas murales será el eje temático del segundo día de actividades de este coloquio.

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