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Pablo Rudomín: experimentar con la memoria del dolor

Pablo Rudomín: experimentar con la memoria del dolor

junio 20, 2016
Noticias Prensa

Agencia Informativa Conacyt | 13 junio 2016 | http://www.conacytprensa.mx/index.php/ciencia/salud/7914-fisiologia-memoria-dolor

Ciudad de México. 17 de junio de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Para hablar de fisiología es indispensable referirse a uno de los pilares en nuestro país, se trata del doctor Pablo Rudomín Zevnovaty, quien estudió originalmente en la Escuela Nacional Preparatoria en San Ildefonso, para posteriormente emigrar al Instituto Politécnico Nacional (IPN) para estudiar biología y después la maestría en ciencias y el doctorado en fisiología.

Con más de 200 artículos publicados, numerosas conferencias y participaciones en instituciones nacionales e internacionales, Rudomín Zevnovaty, con casi 80 años de edad, se mantiene como uno de los investigadores más activos del país. Es emérito del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), emérito de excelencia del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), así como miembro de El Colegio Nacional, la Academia Mexicana de Cienciasy de la Nacional de Medicina.

Muestra de su labor activa como investigador son los dos proyectos en que se encuentra involucrado actualmente, junto con su grupo de trabajo del Cinvestav. En uno de ellos, su colaborador más cercano es Silvio Glusman (uno de sus primeros estudiantes de doctorado hace más de 40 años), quien radica actualmente en Chicago. Además, también trabaja con Ulises Cortés, Mario Martín y Javier Béjar, grupo de Inteligencia Artificial de la Universidad Politécnica de Cataluña en Barcelona.

La memoria del dolor

El objetivo de sus estudios es analizar la forma en que las poblaciones neuronales se comunican entre sí para transmitir información durante estímulos nociceptivos que activan los sistemas asociados con la memoria del dolor, y también estudiar cómo se altera esta memoria durante la aplicación intravenosa de pequeñas cantidades de anestésicos locales.

 

El doctor Rudomín es un ejemplo de que la ciencia y la tecnología van de la mano, pues a través de Skype puede estar en contacto con Glusman desde Chicago y con el grupo de Inteligencia Artificial en Barcelona.

De acuerdo con el doctor Rudomín, su interés por el sistema nervioso central se dio desde muy joven, cuando comprendió que allí es donde se generan nuestras percepciones del mundo externo, movimientos, conciencia y pensamientos. Aunque reconoce que pudo haberse interesado por otras disciplinas como la química o la fisiología vegetal, pero en la definición de intereses tuvo mucha influencia de sus profesores, sobre todo de los que estudiaban el sistema nervioso.

Actualmente, en su laboratorio en el Departamento de Fisiología en el Cinvestav, el también galardonado con el Príncipe de Asturias, junto con sus colaboradores, está estudiando los mecanismos que regulan las relaciones funcionales entre las neuronas en la médula espinal de los vertebrados y cómo estas se modifican durante la inflamación producida por la inyección intradérmica de capsaicina (el principio activo del chile).

Para ello registran, en el gato anestesiado, la actividad eléctrica en el dorso de la médula espinal. Utilizan los potenciales espontáneos, generados en los distintos segmentos espinales para inferir, de cierta manera, las posibles conexiones funcionales entre los grupos de neuronas que producen estos potenciales. Sus estudios muestran que, dichas conexiones funcionales no ocurren al azar, sino que resultan de la activación de configuraciones estables de grupos de neuronas con patrones de conectividad estables y coherentes, consistentes con una estructura molecular.

En palabras del experto, existen numerosos estudios clínicos que indican que la inyección intravenosa de una pequeña cantidad de un anestésico local (lidocaína), administrada antes de una intervención quirúrgica, reduce el dolor posoperatorio en forma significativa, lo que lo llevaron a estudiar el efecto de la lidocaína sobre los patrones de conectividad neuronal en la médula espinal, inducidos por la inyección intradérmica de capsaicina.

Hasta el día de hoy encontraron que la lidocaína revierte, temporalmente, las configuraciones de conectividad neuronal inducidas por la capsaicina, restaurando las originales, es decir, las generadas antes de la estimulación nociceptiva. En otras palabras, cancela de manera temporal la memoria del dolor, sensación que sabemos es generada por la actividad del sistema nervioso.

Finalmente, para Rudomín estos hallazgos permiten entender con más detalle los cambios en la conectividad de poblaciones neuronales, generadas durante los procesos inflamatorios asociados con el desarrollo de alodinia (percepción anormal del dolor) y de hiperalgesia secundaria (estado de sensibilidad aumentada al dolor).

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