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Síntesis Informativa – Los modernistas y sus críticos literarios

Síntesis Informativa – Los modernistas y sus críticos literarios

marzo 16, 2018
Boletines Institución

 

ECN | 16 marzo 2018

Los modernistas y sus críticos literarios 

  • El modernismo logró que el centro de gravedad de la literatura en lengua española se trasladase, hasta la fecha, a este lado del Atlántico: Christopher Domínguez Michael
  • La nuestra no es la primera época global de la historia: los modernistas ya tenían el objetivo de formar una civilización literaria internacional: Christopher Domínguez Michael 

Ayer en la tarde El Colegio Nacional  (ECN) ofreció la conferencia Los modernistas y sus críticos literarios, impartida por el más reciente miembro de la institución, Christopher Domínguez Michael.

Domínguez Michael definió el modernismo como “el primer momento de madurez de la literatura en lengua española escrita en esta orilla del Atlántico”, y durante la plática realizó un análisis del surgimiento de esta corriente, así como de su crítica literaria, que se desarrolló entre finales del siglo XIX y principios del XX.

El periodo del modernismo hispanoamericano se abre en 1888 con Azul, de Rubén Darío, y conjugó al mismo tiempo el simbolismo, el parnasianismo y el decadentismo europeos y, sobretodo, franceses, tal como apuntó el miembro de ECN. De hecho, su principal característica fue el galicismo, del cual acusaron a Rubén Darío los escritores españoles de la época, que veían con mucha desconfianza al modernismo hispanoamericano. “Con el modernismo la América literaria se había separado de España y había iniciado un camino propio, un camino internacional”, manifestó Domínguez Michael.

En México, esta corriente literaria tuvo dos revistas esenciales: Revista Azul y Revista Moderna, que eran internacionales, puesto que su distribución llegaba a Chile, Argentina y Cuba, entre otros países. “La circulación del material poético en esa época era muy eficaz y veloz”, explicó el miembro de ECN, “así que la nuestra no es la primera época global de la historia: los modernistas ya tenían el objetivo de formar una civilización literaria internacional”. Además, el modernismo coincidió con una etapa de supremacía del libro y la palabra escrita en general. A través de los periódicos y las revistas, sus poemas llegaban a toda clase de personas, lo cual propició que los modernistas fueran poetas populares tanto  entre las élites de las ciudades hispanoamericanas como entre el pueblo, que gozaba de la poesía como un bien sentimental al cual se recurría con facilidad.

Así mismo, la tolerancia en México del porfiriato hacia los excesos en el uso de la libertad de expresión, concretamente en asuntos morales y sexuales, era bastante alta, por una razón obvia: ante el riesgo de que los poetas se politizaran inspirados en ideologías contrarias a la sociedad burguesa, se impuso un trato preferencial del Estado hacia los literatos, que implicaba el acuerdo de que no interviniesen en política militante.

Este estado de guerra cultural, tal como lo definió el crítico Domínguez Michael, se intensificó después del nombramiento de Justo Sierra como ministro de Instrucción Pública, en 1905, quien empezó a cooptar a la intelectualidad modernista con prebendas y privilegios. Las consecuencias políticas de este fenómeno se hicieron evidentes cuando la inmensa mayoría de la intelectualidad mexicana respaldó a Victoriano Huerta en el golpe de Estado contra Francisco I. Madero en 1913.

La crítica literaria de la época estaba divorciada de la política y osciló entre los extremos del naturalismo y el modernismo. “En el modernismo la crítica literaria era fuerte, estaba viva y dividida”, sostuvo Domínguez Michael, remarcando que “el éxito crítico de una literatura es que por lo menos haya dos tendencias en conflicto, y este conflicto nos lleva a los grandes momentos de nuestra vida literaria”. Aún así, esta crítica sí tuvo como uno de sus puntos centrales el odio hacia lo burgués. Esto quedó patente en el libro Los raros de Rubén Darío, la figura literaria estelar del periodo. Con esta obra, publicada en 1896, Darío se presentó como crítico, realizando una serie de retratos de escritores, muchos de ellos marginales, que él consideraba esenciales. “Los raros es una apuesta de Darío por ofrecer a sus lectores hispanoamericanos un canon de escritores, sobretodo poetas, a contracorriente de la literatura mundial”, detalló el miembro de ECN.

Otros críticos destacados del modernismo fueron Manuel Puga y Acal, Victoriano Salado Álvarez y Ciro B. Cevallos.

Para concluir, Domínguez Michael señaló que el modernismo logró un florecimiento de la lengua española en América y que “el centro de gravedad de la literatura en lengua española se trasladase, hasta la fecha, a este lado del Atlántico”.

Puede consultar la actividad completa en el canal de YouTube de El Colegio Nacional: https://www.youtube.com/watch?v=atJfPuu6Pkk

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