ECN | 1 junio 2018
Miradas sobre la historia de la Conquista de Michoacán | ¿Quiénes somos los mexicanos?
Diálogos en la multiculturalidad | Ciclo de conferencias
- La pluralidad de lenguas y culturas es un tesoro que brinda muchas posibilidades de pensamiento y expresión que conforman la riqueza del país: Miguel León-Portilla
- Durante la conquista de Michoacán hubo resistencia, pero también oportunismo por parte de los grupos nativos: Juan Carlos Cortés Máximo
- Durante años, la Relación de Michoacán no tuvo una lectura crítica: Hans Roskamp
En el marco del ciclo Quiénes somos los mexicanos. Diálogos de multiculturalidad, El Colegio Nacional (ECN) invitó la tarde de ayer a los conferencistas Juan Carlos Cortés Máximo, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, y Hans Roskamp, integrante del Colegio de Michoacán, que ofrecieron una plática sobre la historia de la Conquista de Michoacán. El colegiado Miguel León-Portilla, historiador y antropólogo, coordina este ciclo que cuenta con la colaboración del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI). Alma Rosa Espíndola Galicia, Directora General Adjunta de Coordinación del INALI, fungió como moderadora de la mesa.
Miguel León-Portilla lanzó un mensaje de bienvenida sobre la pluralidad cultural y lingüística de México, apostando por un modelo de nación en el que las lenguas indígenas sean oficiales en los lugares donde se hablan, además del español. “La pluralidad de lenguas y culturas es un tesoro”, manifestó León Portilla, “que brinda muchas posibilidades de pensamiento y expresión que conforman la riqueza del país”.
El historiador Juan Carlos Cortés Máximo realizó un análisis sobre la llegada de los españoles al Irechecua de Michoacán, centrándose en la visión de los nativos sobre el arribo de los conquistadores. Cortés se centró en las perspectivas de los grupos uacúsecha e isleños, quienes ostentaban el control del territorio tarasco en el momento en que las fuerzas de Nuño de Guzmán entraron en Michoacán (1529-1530).
Los uacúsecha arribaron a la ribera del lago de Pátzcuaro hacia el siglo XIII procedentes del norte. Allí entraron en contacto y unieron linajes con los isleños, en una alianza que logró integrar otros grupos de la región como los otomíes, los matlatzincas y los chichimecas, conformando el Reino Tarasco o Irechecua de Tzintzuntzan, la capital del territorio. A la llegada de los españoles, reinaba Tangaxuan II, de origen uacúsecha.
La fuente de información más famosa acerca de los purépechas en la Relación de Michoacán, redactada por Fray Jerónimo de Alcalá para el Virrey Antonio de Mendoza alrededor de 1540. Tal como relató Cortés, este documento está realizado desde la perspectiva de los conquistadores, los evangelizadores y los grupos que ostentaban el poder de la región, “por tanto da una visión mucho más pacífica y de orden de lo que sucedió en realidad”. “La memoria es muy dinámica y se ajusta a las coyunturas políticas”, ponderó el historiador, “pero cuando se empiezan a explorar otras fuentes, como las tlaxcaltecas o las narraciones orales, se puede construir otra historia que difiere de la oficial”.
“Durante la conquista de Michoacán hubo resistencia, pero también oportunismo por parte de los grupos nativos, como en cualquier conflicto histórico”, concluyó Cortés.
El arqueólogo Hans Roskamp señaló que “la crítica de fuentes es esencial” para entender cómo se desarrolló en realidad la conquista del Reino Tarasco, e indicó que, durante muchos años, “la Relación de Michoacán no tuvo una lectura crítica y se utilizó como una suerte de guía”. “La historia del Irechecua de Tzintzuntzan, está plagada de encuentros y desencuentros entre uacúsechas, isleños y otros grupos del territorio, pero la información que contiene la Relación de Michoacán está calculada para legitimar a los que ostentaban el poder”.
Puede consultar la actividad completa en el canal de YouTube de El Colegio Nacional: https://www.youtube.
