ECN | 12 marzo 2017

• Presentan en El Colegio Nacional la obra reunida del arquitecto Teodoro González de León y un documental sobre su trayectoria.

La historia de la Ciudad de México, desde la segunda mitad del siglo XX, no puede ser narrada sin la obra del arquitecto Teodoro González de León. Su rigor conceptual, intelectual y constructivo definió el tejido urbano, donde sus edificaciones de concreto blanco cincelado se alzan como focos de silencio y quietud entre el caos de la ciudad.

La tercera edición de la Obra reunida de Teodoro González de León permite acercarse a su quehacer profesional y abarca más de seis décadas de reflexión crítica sobre la arquitectura. El libro, editado por Arquine, incluye los proyectos recientes del arquitecto y un análisis de sus obras más relevantes.

“No creo que sea la última edición pero mejora mucho la segunda; es un libro actualizado que podría acabarse de completar con las obras de Teodoro que ya están en curso”, detalló el arquitecto Miquel Adrià, director de la revista Arquine, quien presentó la Obra reunida de Teodoro González de León el día de ayer en El Colegio Nacional junto a Fernanda Canales y William Curtis.

Por su parte, el destacado historiador de la arquitectura británico William Curtis resaltó los constantes elementos repetidos en la obra de González de León como los pórticos, los patios interiores, las plataformas y las partes de resonancia. “La arquitectura monumental de Teodoro es una arquitectura de paisaje a gran escala”, comentó Curtis, “era de los pocos arquitectos con la capacidad de crear un gran monumento”. 

“Este libro es, me atrevo a decir, el primer caso donde una monografía de un arquitecto mexicano llega a una tercera edición”, señaló la arquitecta y curadora  Fernanda Canales, “es un reflejo de la personalidad poliédrica de Teodoro González de León; incluso hoy, que ya no está con nosotros, seguimos hablando de la obra que nos dejó”.

Asimismo, se estrenó Teodoro en concreto, documental dirigido por Emilio Maillé y producido por El Colegio Nacional que recorre, de la mano del arquitecto, algunos de los espacios que marcaron su trayectoria intelectual y artística. Filmado en los últimos meses de vida del arquitecto, el documental también traza una ruta entre sus obras más importantes y su forma de pensar los espacios. 

“El equilibrio que tuvimos que encontrar entre la arquitectura y las participaciones de Teodoro fue complejo; había que ver lo que es Teodoro. Aunque lo conocí muy poco me dejó una huella muy profunda”, aseguró Emilio Maillé, que platicó sobre la realización de Teodoro en concreto con el público al final de la proyección.

“Hay una fuerza y una magia en esta arquitectura que creo que haber hecho el documental a color la hubiera hecho anodina o un poco más normal. Refleja muy bien a este hombre vestido de negro, que al caminar hace imágenes elegantes. El formato nos llevó a una cosa más plástica y estética; sus edificios se convierten en personajes con la música, que buscamos que se pegara mucho a la sensibilidad musical que tenía Teodoro”, explicó el director, “en el documental la Ciudad de México se convierte en una especie de monstruo donde lo más bello y lo más feo existen”.