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Tiempo de ballenas

Tiempo de ballenas

abril 17, 2017
Boletines Institución

ECN | 16 abril 2017

  • Científicos, artistas y poetas se reúnen en El Colegio Nacional para abordar, desde distintas disciplinas, el mundo de los cetáceos.

Las ballenas son los mamíferos más grandes que habitan en el planeta. A lo largo de la historia, han sido fuente de inspiración para el arte y la literatura, e incluso, la ciencia moderna ha descubierto que el vínculo entre el ser humano y ellas podría ser mucho más cercano de lo que se piensa.

El día de ayer, en el marco de actividades del Festival del Centro Histórico 2017, científicos, artistas y poetas se reunieron en El Colegio Nacional, junto a Vicente Quirarte y Antonio Lazcano Araujo, para abordar desde distintas disciplinas el mundo de los cetáceos. La mesa redonda contó con la participación del poeta y narrador Jorge Ruiz Dueñas, el fotógrafo Aníbal Angulo, el investigador Jorge Urbán y la bióloga Annalisa Berta. 

“Las ballenas han llamado la atención de la gente desde tiempos inmemoriales; son animales que, al ser mamíferos, asociamos con una enorme inteligencia y cierta conmiseración”, señaló Antonio Lazcano Araujo al iniciar el evento. El miembro de El Colegio Nacional agregó que las ballenas, como los delfines, han sido víctimas de una depredación absolutamente desenfrenada, que en el siglo XIX, diezmó a sus poblaciones.

“Ocupan un puesto muy peculiar en la literatura, comenzando con las historias fantásticas que están en el Antiguo Testamento: todos recordamos la historia de Jonás, que fue devorado y escupido por una ballena después de tres días por no hacerle caso, aparentemente, a Jehová”, mencionó Lazcano Araujo, “las ballenas son animales inteligentes, con una historia natural muy compleja y que ciertamente deberíamos tener más cuidado en proteger”. 

Annalisa Berta, autoridad en el estudio de los cetáceos, explicó que las ballenas surgieron en la tierra hace más de 54 millones de años, con cuatro patas y posteriormente se fueron al mar; alimentan a sus crías con leche, son de sangre caliente y tienen una estructura ósea muy similar a la de los humanos, los murciélagos y los delfines.

“Los parientes más cercanos a las ballenas son los hipopótamos y comparten muchas características: dan a luz debajo del agua, casi no tienen pelo y tienen estómagos con múltiples cámaras”, apuntó la investigadora de la Universidad Estatal de San Diego, “su pariente extinto más cercano es el fósil artiodáctilo Indohyus Raoellidae”.

Jorge Ruiz Dueñas ofreció una revisión de las ballenas en la literatura a través del tiempo. El autor de Tiempo de ballenas, libro editado por la Universidad Autónoma Metropolitana, aseguró que las ballenas resumen el proyecto de la naturaleza: “las ballenas para mí, reveladas por los mayores pensadores de Occidente, van con los argonautas y la flota de Alejandro el Grande, o enigmáticas ocupan la atención de Plinio el Viejo y de Estrabón”, dijo.

Para el escritor originario de la península de Baja California, la obsesión del simbolismo de la ballena, acogida por la tradición oral y la literatura de Occidente, enraizó en la tradición literaria, alcanzando una de las mayores cimas con Moby Dick de Herman Melville en 1851: la gran novela americana. Inspirada por los cachalotes que Melville vio cuando fue arponero, la novela toma como referente a Mocha Dick, una ballena blanca que sobrevivió a varios ataques, según lo narrado por Jeremiah N. Reynolds en 1839.

La biodiversidad y la historia natural de los cetáceos en el Golfo de California fue el tema central de la intervención de Jorge Urbán Ramírez, biólogo investigador de la Universidad Autónoma de Baja California. “Antes, el alumbrado público se hacía con aceites de ballenas, que se colocaban en las lámparas de las calles; por esta razón, cuando hablamos de cachalotes y explotación, estamos hablando de cientos de miles de cachalotes cazados durante 300 años, del siglo XV al XVIII”, refirió.

Urbán Ramírez añadió que las ballenas siguen siendo recursos naturales importantes: en varias comunidades del mundo, donde cazar ballenas es parte de su cultura, se permite la “caza de subsistencia” bajo una cuota. “Hay otro tipo de caza de ballenas, sustentada bajo fines científicos, como la que hace Japón: hay muchos científicos y países que no están de acuerdo; también hay países que las cazan libremente en su territorio”, indicó, “en la historia de la civilización humana sólo una especie de cetáceo se ha extinto y la vaquita marina quizá sea la próxima”.

La mesa redonda cerró con la participación de Aníbal Angulo, destacado artista plástico mexicano, quien compartió con el público algunos de sus trabajos fotográficos o pictóricos, inspirados en los cetáceos y en el desnudo femenino, a través de un video.

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