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Adolfo Martínez Palomo

Ciencias Biológicas y de la Salud
Médico
Ingreso: 6 de junio de 1985

La función social más importante de la ciencia en los países pobres es la capacidad de desarrollar una actitud racional y optimista para analizar el presente y para influir en el futuro.

Investigador médico. Ha estudiado la biología de las células cancerosas y la interacción huésped-parásito en la amibiasis y la giardiasis. Ha escrito 150 artículos científicos citados más de 8 mil veces, además de 12 libros, entre ellos Músicos y Medicina (2015) y De la amibiasis al zika (2016). Premio Karger 1967, Premio de la Academia de la Investigación Científica 1976, Premio TWAS 1987, Premio Nacional de Ciencias y Artes 1986, Premio Luis Elizondo 1995 del ITESM y Premio Carlos Slim en Salud 2019, entre otros. Ingresó a El Colegio Nacional el 6 de junio de 1985.


Nació en la Ciudad de México el 15 de marzo de 1941. Realizó estudios de médico cirujano en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la maestría en Ciencias por la Universidad Queen’s, en Kingston, Canadá, y el doctorado en Ciencias Médicas por la UNAM.

Ha estudiado la biología de las células neoplásicas, del sistema de conducción del corazón y de la interacción huésped-parásito en la amibiasis, la giardiasis y la oncocercosis, así como el papel del virus herpes zóster en la génesis de la esclerosis múltiple.

Fue investigador asociado en el Instituto de Investigaciones sobre el Cáncer en Villejuif, Francia; jefe del Laboratorio de Microscopía Electrónica en el Instituto Nacional de Cardiología; director del Programa Mexicano para el Estudio de Enfermedades Parasitarias de las fundaciones Rockefeller y MacArthur; presidente de la Academia de la Investigación Científica y de la Academia Nacional de Medicina; así como fundador y jefe del Departamento de Patología Experimental del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN, del cual fue director de 1995 a 2002. Durante los ocho años en los que estuvo a cargo de la dirección general contribuyó a consolidar el papel del Cinvestav como la segunda institución mexicana creadora de ciencia y formadora de nuevos científicos. Ha sido coordinador del Consejo Consultivo de Ciencias (CCC) de la Presidencia de la República, presidente del Comité Internacional de Bioética (CIB) de la Unesco en París, miembro de las juntas de gobierno de la Universidad Veracruzana, de El Colegio de México, del Instituto Mexicano del Petróleo y de los siguientes institutos nacionales de salud: Cardiología, Medicina Genómica, Cancerología, Salud Pública y Rehabilitación, así como coordinador del Programa de Salud de la Fundación Miguel Alemán y presidente del Programa de Salud de la Fundación Gonzalo Río Arronte. Fue miembro de la Comisión Internacional en Salud de la Fundación Rockefeller y de la Universidad de Harvard; vicepresidente de la Task Force on Health Research for Development, con sede en Ginebra. Estableció la Comisión Mexicana de Investigación en Salud, de la que formó parte del Consejo Asesor de Epidemiología.

Ha escrito 12 libros sobre amibiasis y otros temas médicos y más de 150 artículos científicos que registran más de 8 mil citas en la literatura especializada. Músicos y medicina: historias clínicas de grandes compositores (2015), De la amibiasis al zika (2016), En defensa de Pasteur (2017), Ignacio Chávez, su legado cultural (2018), Monteverdi y Vivaldi (2019), Beethoven y Paganini (2020), Donizetti y Bellini (2021) son algunas de sus últimas obras.

Ha recibido numerosas distinciones: en Suiza, el Premio Karger 1967; en Italia, el Premio de The World Academy of Sciences (TWAS) 1987 y, en México, el Premio de la Academia Mexicana de Ciencias 1976, el Premio Eduardo Liceaga 1983, el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1986, el Premio Dr. Miguel Otero 1989, el Premio Luis Elizondo 1995, la Medalla Eduardo Liceaga 1999, el Premio Dr. Jorge Rosenkranz 2003, el Premio Crónica 2010 y el Premio Carlos Slim en Salud 2019. La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo le otorgó en 2010 el doctorado honoris causa.

Adolfo Martínez Palomo ingresó a El Colegio Nacional el 6 de junio de 1985. Su discurso de ingreso “Ciencia y subdesarrollo” fue contestado por Guillermo Soberón Acevedo.

Hoy, al ingresar a esta comunidad de cultura, al mismo tiempo que agradezco la honrosa designación con que tan liberalmente me han distinguido sus miembros, acepto gustoso el compromiso de impartir enseñanzas propias de mi especialidad, y la oportunidad feliz de continuar mi aprendizaje en este Colegio. Sirvan mis impresiones como recuerdo entrañable de dos de los miembros del Colegio Nacional, los doctores Ignacio Chávez y Bernardo Sepúlveda, quienes dieron impulso a mi carrera, y con ello facilitaron, la realización de esta jornada.

 


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