• • • • La presentación en México se llevó a cabo como parte de los conciertos que coordina la compositora Gabriela Ortiz, miembro de El Colegio Nacional. 
      • Al estreno en México asistieron la colegiada, y el compositor portugués João Pedro Oliveira, así como Rodrigo Sigal, director del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras. 
      • La parte que tiene que ver con la tecnología en la música debe ser una voz en El Colegio Nacional, señaló la compositora mexicana. 

En 2020, cuando empezó la pandemia de Covid-19 y se dejó a todos sin posibilidad de asistir a una sala de conciertos, el compositor portugués João Pedro Oliveira concibió la ópera audiovisual “The 70th Week”. Ahora, la obra que “no tenía cantantes en palco, no tenía instrumentistas en palco y no tenía un palco normal” fue estrenada en México como parte de los conciertos que coordina la compositora mexicana Gabriela Ortiz, miembro de El Colegio Nacional. 

En el Aula Magna de la institución, y de manera remota a través de redes sociales, se transmitió la pieza que explora, en siete episodios, las profecías bíblicas del Libro de Daniel y fue resultado de un encargo del Ministerio de Cultura de Portugal, con el apoyo de Manitou Fund, MPMP, Patrimonio Musical Vivo y Universidade de Aveiro de Portugal y la Universidad de California, Santa Bárbara. 

“Para mí es muy importante que la parte que tiene que ver con tecnología sea una voz en El Colegio. Es una parte importante de la producción musical que se hace hoy en día en pleno siglo XXI y sería una gran pena que esta parte no se contemplara dentro de las actividades de El Colegio”, dijo la colegiada Gabriela Ortiz, al presentar a Oliveira, quien estuvo presente en el estreno en México de su obra, junto con Rodrigo Sigal, director del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras. 

“Estamos muy contentos de tener aquí con nosotros a uno de los compositores más interesantes en el ámbito de la música electroacústica, en el ámbito de la tecnología y la música, que es João Pedro Oliveira de origen portugués. Oliveira ocupa la Cátedra Corwin de composición en la Universidad de California, en Santa Bárbara”. 

Además, “estudió interpretación de órgano, composición y arquitectura en Lisboa. Se doctoró en música por la Universidad de Stony Brook, en Nueva York. Su música incluye ópera, composiciones orquestales, música de cámara, música electroacústica y vídeo experimental y ha recibido más de 70 premios y galardones internacionales por sus obras”, contó Ortiz. 

Desde el principio, agregó la compositora, “me llamó la atención esto de ópera audiovisual. Conociendo el trabajo de João, debo de decirles que es un trabajo espectacular sobre todo en lo que se refiere a medios mixtos, y me refiero a medios mixtos cuando estamos hablando de un instrumento en vivo que interactúa con la electrónica. Yo creo que si alguien lo hace de manera magistral es João Pedro, lo trabaja de una manera tan orgánica que verdaderamente el trabajo adquiere una calidad artística de muy, muy alto nivel y esto lo ha hecho con ensambles, con orquesta”. 

Sin cantantes en vivo, enfatizó Ortiz, “a mí me llamó la atención que esto es una ópera audiovisual, o sea, no se hace en vivo, pero sí con un proyector y no tenemos a los cantantes en vivo, aunque hay cantantes. Y entiendo que João hizo prácticamente todo en este trabajo, un poco a lo Wagner, diseñaste prácticamente todo lo visual o sea, tú haces todo y eres el responsable de absolutamente todo lo que vamos a ver hoy”. 

Se pierde, pero también se gana 

João Pedro Oliveira pensaba trabajar con el Libro de Daniel desde tiempo atrás: con esa inquietud, planteó el proyecto al Ministerio de Cultura de Portugal y se puso a trabajar. Pero con la presencia de la pandemia, terminó planteando “un proyecto para los tiempos Covid”, que “sería todo pregrabado o, digamos, compuesto con la computadora”. 

Durante los dos años de la pandemia, el compositor trabajó la obra: “Todo lo que es la parte vocal fue grabada por cantantes aislados cada uno y después yo los puse todo junto, todo lo que es la parte de acción fue hecha por una bailarina de Morelia, Rosario Romero, y también tuve ayuda de Francisco Ponce, otro bailarín, quienes hicieron toda la parte que se puede decir de acción coreográfica. Y todo lo que acompaña las imágenes, o sea, los escenarios, los sonidos, fue todo compuesto en la computadora”, explicó. 

Se torna en una obra audiovisual “porque en realidad, es casi como si fuera una película sobre una ópera, no estamos en la ópera, pero la estamos mirando como si fuera una película, bueno en realidad yo estoy haciendo ahora la versión al vivo, la versión en palco, porque ahora sabemos que la podemos hacer, será estrenada dentro de un año, pero esta fue la versión inicial y eso fue el origen de cómo surgió este proyecto”. 

En la ópera audiovisual, enfatizó Oliveira, “dependiendo de las decisiones que tomamos sobre los medios que vamos a utilizar, hay cosas que se ganan, hay cosas que se pierden. En realidad, cuando pasamos una obra musical que podría tener una acción en palco y, digamos, un movimiento en el tiempo real, generando una acción, generando la emoción entre las personas que están participando, eso, sin duda, que se va a perder un poco porque pasamos a una pantalla”. 

“Por otro lado, se gana porque lo que no se puede hacer en palco se puede hacer en una pantalla, entonces casi que podríamos hacer una película de ficción científica, con todos los efectos que en realidad no existen, pero que pueden ser imaginados a través de la computadora. Doy un ejemplo: hay una escena que es la escena de los tres compañeros de Daniel, que son puestos en el horno ardiente y que se salvan; mientras están dentro del horno tenemos toda una especie de movimientos de humo, de llamas, de todo, que en la realidad es imposible hacer”, dijo. 

La obra, agregó, está basada en el Libro de Daniel y en la Biblia, “era un proyecto que yo tenía hace mucho tiempo. Y bueno, en el inicio de la pandemia, todos sabemos que el Libro de Daniel es un poco apocalíptico, entonces también se adaptaba a la idea de lo que estábamos viviendo. Entonces yo decidí tomar algunas partes del libro y las transformé en escenas dentro de la ópera, son siete escenas distintas que corresponden a siete momentos dentro del Libro de Daniel”. 

“Unos son más poéticos, se puede decir así, como por ejemplo la primera escena que es simplemente una oración, una petición de Daniel. Otros son proféticos, como por ejemplo la segunda escena que es la visión de las cuatro bestias y puede tener muchas interpretaciones que se relacionan con los días de hoy. Y otras son más históricas, como por ejemplo la escena tres o la escena número seis, que es cuando Daniel está jugando en la cueva de los leones y los leones no le hacen nada”, explicó. 

Para Rodrigo Sigal, quien facilitó el contacto entre Oliveira y la compositora Gabriela Ortiz, “las tecnologías nos ofrecen la posibilidad de repensar esas cosas (el libreto, la voz) desde otra manera de utilizarlas, no de que no existan o no sean importantes en la obra, sino la tecnología ofrece la posibilidad de ver las mismas cosas desde otro punto de vista”. 

“Creo que eso es lo que pasa en esta pieza en particular y en general, la música de João Pedro se caracteriza por eso, porque es una música que nos damos cuenta al escucharla, que están los instrumentos, que están las personas, que está la música de cámara o, en este caso, la ópera sucediendo, sigue siendo un lenguaje contemporáneo pero un lenguaje complementado por la tecnología, no nada más acompañado por la tecnología, me parece que eso es una diferencia muy interesante”, señaló. 

Se puede volver a disfrutar de “The 70th week”, del compositor portugués João Pedro Oliveira, disponible en las redes sociales de esta institución:

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