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EL RUMOR, CARACTERÍSTICA MEDULAR DE LAS ZONAS DE SILENCIO: CLAUDIO LOMNITZ

EL RUMOR, CARACTERÍSTICA MEDULAR DE LAS ZONAS DE SILENCIO: CLAUDIO LOMNITZ

marzo 8, 2023
Boletines Claudio Lomnitz Comunicados Institución Prensa
        • El antropólogo social, miembro de El Colegio Nacional, dictó la primera lección del curso La antropología de la “zona de silencio”.
        • En septiembre próximo se va a establecer un laboratorio de ayuda para quienes trabajan en la búsqueda de personas desaparecidas.
        • La zona de silencio que ha impuesto el crimen organizado son también zonas de comunicación donde impera el rumor, el chisme, como factor de tranquilidad, dijo.

La omisión de lo que se dice no es la única característica de las zonas de silencio creadas por el crimen organizado en diferentes territorios del país, sino que se trata de zonas de “comunicación” en las que imperan interpretaciones como el rumor, afirmó el antropólogo social Claudio Lomnitz, miembro de El Colegio Nacional, al dictar la primera lección de su curso La antropología de la zona de silencio, titulada “El nuevo laboratorio en Columbia y el análisis de contexto de las desapariciones”. 

Lomnitz dijo que “la violencia que padece y ha padecido México en las últimas décadas ha tenido un componente comunicativo”, compuesto de diferentes interpretaciones, entre ellas el rumor, que busca dar una sensación de cierta tranquilidad frente al miedo.

En el Aula Mayor de la institución, y transmitida a través de redes sociales, el colegiado habló de las seis lecciones que componen su curso y dio a conocer el surgimiento de un nuevo laboratorio de información, puesto en marcha con la Universidad de Columbia, destinado a generar información de apoyo para colectivos de familiares desaparecidos en el estado de Zacatecas y otras entidades.

A partir de un Curso práctico sobre los desaparecidos en  México, Lomnitz reunió a una docena de estudiantes para generar elementos que sirvieran al análisis de los contextos que realizan las comisiones locales de búsqueda y la Comisión Nacional de Búsqueda.

El laboratorio será lanzado en septiembre próximo y la idea, compartió, “es tener el curso como un productor de insumos: mapas, estadísticas, que puedan ser útiles para las personas que están buscando a personas desaparecidas en Zacatecas, y una parte que esté abierta a estudiantes más avanzados, interesados en temas teóricos o comparados, más generales, que puedan trabajar  sobre desapariciones en Nigeria, en Brasil, o lo que sea”.

La comunicación que el crimen organizado utiliza para difundir sus mensajes, explicó, “frecuentemente se orienta a generar miedo o un terror, y a través de ese miedo, producir diferentes modalidades de sumisión o de tolerancia resignada a una serie de prácticas que anteriormente hubieran generado protestas enérgicas en la población”.

“Esto no tiene nada peculiarmente mexicano, ha sido una forma de violencia realmente globalizada, pero que en México prendió muy fuerte y se ha usado hasta el cansancio: la violencia como instrumento de comunicación y de sometimiento o como método para conseguir cierta tolerancia en la población a partir de un miedo difuso”.

Lomnitz se refirió a los testimonios recogidos por la antropóloga Adèle Blazquez en Badiraguato, Culiacán, donde la gente refiere que se trata de un pueblo “muy tranquilo”, aun cuando “en el mismo periodo en que hizo la etnografía hubo un buen número de muertos en el pueblo, mujeres robadas, desplazamientos forzados de un rancho a otro, población que tenía  que huir hacia Culiacán o a los Estados Unidos”.

Esa sensación de tranquilidad entre la población, enfatizó, proviene de mantenerse informado, “es decir, estar al tanto de chismes y rumores; no se trata de estar al tanto del noticiero, sino de chismes, rumores, la voz pública. Estar puntillosamente atento o atenta, a los hechos circundantes: a quién llega , quién sale , etcétera, del pueblo”.

Esa tendencia, remarcó, “se podría decir, es una característica medular de la zona de silencio. No es el silencio, sino son modalidades alternativas de comunicación, por ejemplo, el rumor, no es un silencio, es un chisme, alguien tiene que decirle algo a otra persona: es decir, hay comunicación en la zona de silencio, lo que pasa es que hay cierto tipo de comunicación y sirve para cierta clase de cosas”.

El colegiado ofreció un segundo ejemplo, el de los cuatro ciudadanos estadounidenses desaparecidos en Matamoros, “que fueron arrancados de su vehículo; el suceso es muy delicado para las relaciones internacionales entre México y EU y, desde luego, apareció en la primera plana de la prensa nacional, así como en las primeras planas de los principales periódicos de los Estados Unidos, también entonces es una noticia de primera plana internacional, binacional digamos”.

Sin embargo, el periodista británico Ioan Grillo, “que se ha especializado en cubrir las violencias mexicanas desde hace muchos años ”, comentó en su cuenta de Twitter que la noticia no apareció en las páginas de varios de los medios de Matamoros, “es decir, de la ciudad donde desaparecieron a estos cuatro estadounidenses. Cito del twitter de Grillo: ‘no los culpo, sufren una presión extrema’, es decir, sufren una presión extrema del crimen organizado de Matamoros”.

“Esta clase de caso es a lo que remite usualmente la expresión zona de silencio, es decir, el origen mismo del término proviene de la situación de los periodistas y de los medios en este país, refiere a regiones en que el peligro al que están expuestos cotidianamente medios y periodistas ha apagado el trabajo de los reporteros o ha silenciado ciertos reportajes”, resaltó Lomnitz.

En el curso se abordará este  fenómeno. “Cuando un medio deja de cubrir una noticia, aún una noticia tan escandalosa internacionalmente como la de los cuatro ciudadanos estadounidenses que fueron desaparecidos anteayer y  que, a diferencia de los desaparecidos mexicanos fueron ‘rápidamente’ encontrados por las autoridades, dos de ellos con vida y dos ya muertos, y que lo hace presuntamente para evitar alguna molestia por parte  del crimen organizado”.

Geografía del silencio

Sin embargo, para el también historiador, “el silencio de la prensa se parece en algo a las recetas prácticas de quienes le decían insistentemente a Adèle Blazquez que Badiraguato es, entre comillas, tranquilo. El silencio lo ejercen los medios como medida profiláctica, temen publicar algunas noticias y ante la incertidumbre de sí se puede o no publicar prefieren evitarlas, pues cuando la violencia estalla no siempre se conoce su causa exacta”.

En medio del silencio y de lo que se omite, explicó, hay, sin embargo, una zona de comunicación como sucede cuando es asesinado un periodista: “A la hora de discutir por qué han sido muertos, entra frecuentemente más de una versión, qué fue lo que hizo, qué era lo que estaba cubriendo, qué es lo que dijo, de quién era pariente, en fin, toda una serie de cosas”.

“Esto significa que la zona de silencio es también una zona de comunicación, una zona en que se privilegia el rumor entre conocidos, que se privilegia una fuente por encima de otro, de la otra, y en que abundan interpretaciones encontradas de los mismos hechos”.

Claudio Lomnitz señaló que el material que compone su curso es un adelanto de un estudio que está en proceso y que busca definir ya no una zona de silencio, sino una región de silencio, específicamente en el estado de Zacatecas. “La distinción general entre una zona y una región, en el análisis geográfico y en el análisis social, el de la geografía social, es que una zona se entiende como un espacio definido por una característica común o compartida”.

“Hablamos, por ejemplo, de la zona cafetalera, y eso es una zona que tiene cierta altura, menos de 1500 metros, más de 900 metros, en una zona subtropical o tropical, o hablamos de una zona clase mediera en la ciudad, y esa zona es un territorio que está demarcado por el hecho de que existe cierta densidad de personas que ganan, tienen un ingreso entre tanto y tanto que es lo que consideramos clase media”, refirió.

La zona, analíticamente, se define por tener un rasgo común, “en tanto que la región es un espacio internamente diferenciado, funcionalmente integrado, que está compuesto de varias y varios tipos de zonas, esa es la diferencia entre una región y una zona, y es  la manera en que habla la gente que hace geografía social ”.

“Mi finalidad en este curso es ir adelantando el análisis de contexto de las desapariciones en el estado de Zacatecas a partir de un esfuerzo conceptual y empírico orientado a desarrollar la idea de una región de silencio, es decir, de un espacio internamente diferenciado en el que la relación entre violencia y silencio operará también de manera diferenciada”, en palabras del colegiado.

El curso La antropología de la “zona de silencio”, detalló el colegiado, continuará el viernes 10 de marzo con la Lección 2, titulada Zacatecas: Las desapariciones y sus múltiples contextos; el lunes 13 de marzo, con ¿Qué es una zona de silencio?; un día después, el martes 14 de marzo, con la lección Aproximación a una geografía del rumor, la noticia y el silencio; el miércoles 15 de marzo, con Las fiscalías, la verdad jurídica, y la zona de silencio; y el jueves 16 de marzo, con la lección 6, titulada Preguntas y estrategias de investigación.

La primera lección del curso La antropología de la “zona de silencio” se encuentra disponible en las plataformas digitales de esta institución:

Página web: www.colnal.mx

Youtube: elcolegionacionalmx

Facebook: ColegioNacional.mx

Twitter: @ColegioNal­_mx

Correo de contacto: prensa@colnal.mx

 

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