ECN | 25 noviembre 2016
Enrique Krauze y Jesús Silva-Herzog Márquez analizaron la situación democrática del México actual.
- El populismo, expresión del fracaso democrático-liberal: Silva-Herzog Márquez.
El éxito del pensamiento liberal se puede identificar en los últimos 35 años. Sin embargo, también se puede identificar la conversión que ha tenido a una perspectiva dominante. Esto sirve para pensar y comprender la política en el amplio escenario mexicano, cuyo ideal democrático vive amenazado por la corrupción y la impunidad.
“Los desastres que se vive en México, la verdad, no son atribuibles a la democracia, en la que hemos avanzado, sino a la falta de Estado, de justicia, de instituciones de justicia”, señaló Enrique Krauze durante la conversación que sostuvo este jueves en El Colegio Nacional con Jesús Silva-Herzog Márquez, para analizar cómo se ha construido la democracia en México y los retos a los que se enfrenta hoy en día.
Para el historiador, la justicia en México fue olvidada y relegada por darle prioridad a la democracia, lo que ha contribuido a la violencia y a la impunidad. Combatir “la depresión nacional” que se vive llevará varias generaciones, que entre sus tareas está la de evitar un “retroceso” democrático, vigilar al poder y el cumplimiento de la ley, así como respetar los resultado de la próxima elección.
“El siglo XX se nos fue, olvidándonos del poder judicial; a 16 años de la alternancia estamos pagando las consecuencias de no haber construido un aparato jurídico”, afirmó, “fuimos unos románticos de la democracia, valió la pena la lucha y no me arrepiento de nada, pero creímos que con ella iba a venir la felicidad, la justicia, la igualdad, la prosperidad y no es garantía de nada de eso”.
“Nuestro enfoque fue obsesivamente electoral: cambiamos con mucho éxito esto, una de las grandes joyas es tener un árbitro imparcial, que a pesar de todo tiene prestigio y autoridad”, comentó Jesús Silva-Herzog Márquez, “pensamos en la democracia, básicamente, como una competencia abierta por el poder y la aritmética de votos”.
El destacado escritor y analista político criticó la situación actual del país, donde el Estado mexicano se ha convertido en un “gigantesco agujero” y la corrupción -como alguna vez lo aseguró Gabriel Zaid- sigue siendo el sistema.
“El basamento de legalidad, que no hemos tenido en la historia de México, lo seguimos cargando como la peor desgracia cívica en nuestro país”, dijo, “lo que hemos visto en las últimas semanas, con los gobernadores de Veracruz y Tamaulipas, es terrible y nos muestra que logramos cambiar la escalera para llegar al mismo pantano, donde quien gana tiene el permiso de hacer lo que se le de la gana”.
Silva-Herzog Márquez destacó que, a pesar de la corrupción y la impunidad que se vive en México, la sociedad civil conectada y que aprovecha los nuevos instrumentos legales, ha reactivado la indignación, convoca ciudadanos y aprende la experiencia internacional para proponer nuevos cambios.
“Si hay señales alentadoras para reconstruir cívicamente al país son ejemplos como esto”, comentó, “hoy el adversario y el enemigo es la reivindicación antiliberal del populismo, que debería ser visto como una expresión de los fracasos de la democracia liberal”.
Asimismo, opinó que la amenaza del populismo en el mundo debería ser leída como una exigencia construida hacia las democracias funcionales y abiertas, para que sean capaces de incluir a millones de personas que sienten que la economía y la política no los representa de manera plena.
El día de hoy finaliza el ciclo de conversaciones sobre la democracia, organizado por Enrique Krauze en El Colegio Nacional. Edwin Williamson, destacado académico de la Universidad de Oxford, platicará con Enrique Krauze a partir de las 19 hrs sobre Jorge Luis Borges y la democracia en América Latina.
