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Leopoldo Solís, un hombre íntegro, “cuyo paso por este mundo dejó una profunda huella”: Enrique Cárdenas

Leopoldo Solís, un hombre íntegro, “cuyo paso por este mundo dejó una profunda huella”: Enrique Cárdenas

mayo 25, 2022
Boletines Institución Javier Garciadiego José Ramón Cossío Leopoldo Solís Manjarrez
        • Se llevó a cabo la segunda sesión del Homenaje luctuoso a Leopoldo Solís Manjarrez, coordinada por Javier Garciadiego, miembro de El Colegio Nacional.
        • En la ceremonia se develó el retrato de Leopoldo Solís Manjarrez realizado por Luis Nishizawa.
        • Fue reconocido por tener una gran influencia en el área de su trabajo, como muy pocos economistas del país, y fue además un líder sobresaliente: Jaime Serra Puche.
        • Leopoldo Solís fue un “economista académico o economista intelectual, cuyos artículos y conferencias forman parte de la vanguardia entre los economistas”: Eduardo Turrent

Leopoldo Solís Manjarrez fue un economista entregado como funcionario público, como investigador, como analista y, en especial, como un académico interesado en dejar huella en la manera en que las generaciones posteriores se han dedicado a la reflexión sobre la realidad mexicana, coincidieron en la segunda sesión del Homenaje luctuoso a Leopoldo Solís Manjarrez, coordinada por el miembro de El Colegio Nacional, Javier Garciadiego.

En la mesa se contó con la participación de Enrique Cárdenas Sánchez, investigador de la Universidad Iberoamericana; Javier Elguea Solís, rector del Instituto Tecnológico de Teléfonos de México; Aurora Gómez Galvarriato Freer, historiadora económica y social de El Colegio de México; Jaime Serra Puche, presidente del Grupo Financiero BBVA; y Eduardo Turrent Díaz, autor de la obra Historia del Banco de México.

Leopoldo Solís fue “un hombre culto, íntegro, cuyo paso por este mundo dejó una profunda huella”,  recordó Enrique Cárdenas en la sesión, realizada de forma híbrida, en la cual se resaltó las dificultades de reflexionar en torno a un personaje cuyas contribuciones fueron muchas y en distintos ámbitos, tan sólo “su conocimiento de la teoría y de quienes estaban en la vanguardia de la producción también le permitió al Banco de México destacar en ese campo. El banco central mexicano se distinguió a nivel mundial”.

“El Banco de México le debe mucho a la obra y trabajo de Leopoldo Solís a su pasó por esa institución y a quienes siguieron impulsando el profesionalismo y seriedad del banco, como Miguel Mancera; además, Leopoldo Solís fue uno de los pioneros en el uso de cifras y datos para el análisis económico”, destacó Cárdenas, quien definió como fundamental la labor del economista homenajeado para “las cuentas nacionales del país por primera vez y construir series largas del PIB por sectores económicos”.

En su libro La realidad económica mexicana: retrovisión y perspectivas, por vez primera se contó con cifras del PIB desde fines del siglo XIX, lo que permitió construir una primera historia económica de México con un componente estadístico importante: “su contribución en este renglón específico es fundamental y si bien han tenido revisiones a lo largo del tiempo, sus estimaciones siguieron siendo esencialmente válidas y han soportado su visión de lo ocurrido en todos estos años”, indicó Turrent.

“Desde luego, el libro incluye otras series estadísticas relevantes, muchas de las cuales se daban a conocer de manera conjunta por primera vez; pero su interés en construir las cifras económicas no se detuvo ahí; a partir de datos administrativos, contables y de toda índole, reconstruyó índices de precios, de producción, de consumo, de formación de capital fijo, cifras monetarias y financieras, y datos de comercio exterior y de las transacciones de México con el exterior”, reconoció el investigador de la Ibero.

En ese aspecto, los trabajos de Leopoldo Solís mostraron la importancia de meterse a las cifras, de arrastrar el lápiz, de conocer la evidencia antes que cualquier cosa, algo que no podíamos soslayar; en Enrique Cárdenas marcó su forma de hacer historia económica: “me enseñó que lo primero es meterse a los datos, a la evidencia, a entender lo que nos dicen las cifras y, de ahí, intentar comprender lo que sucede, no al revés; no partir de una teoría o explicación preconcebida para, de ahí, acomodar los hechos o los datos. La evidencia es la que debe hablar, apoyarse en la teoría y lanzar hipótesis basadas en hechos e indicios razonables y sensatos”.

En sus primeras palabras, Javier Elguea Solís recordó que la pasión por la lectura y la escritura la recibió don Leopoldo Solís de su madre, una lectora casi obsesiva que se encargó de inculcar a sus hijos y a sus nietos el amor por la lectura, la educación y, especialmente, “el arte de la amistad”.

“El doctor Jorge Solís, su padre, tuvo una práctica privada en la Ciudad de México, desde donde ejerció la medicina general y la cirugía; era, por supuesto, el responsable de la salud de toda la familia, incluidos los alumbramientos de sus hijos y de algunos de sus nietos: el doctor Solís tuvo también un consultorio rural en los Altos de Chiapas, cerca de Comitán, donde nació y creció, y a donde siempre volvió”, añadió Elguea.

Leopoldo Solís recordó, en varias ocasiones, que su padre quería que todos sus hijos fueran médicos, si bien sólo el mayor de ellos se convirtió en un destacado cirujano: los dos siguientes fueron economistas y la última hizo estudios de Derecho, aun cuando para el padre resultó difícil entender por qué sus hijos querían dedicarse a otra cosa que “no fuera la medicina o el rancho”.

Agnóstico y liberal, existencialista de su generación, “creía en la moral de las consecuencias, no así en sus intenciones: generoso siempre en sus consejos, Polo, me decía hace muchos años ‘mira, Javier, un hombre es lo que hace, no al revés’”.

“Lo primero que habría que decir de Leopoldo Solís, el economista, es que fue un pionero en la transferencia de una idea de economista profesional, el paradigma que descubrió y estudió en Yale. Entendió que para cambiar la forma en que el Estado mexicano hacía economía era necesario sembrar nuevos cuadros de economistas profesionales en todas las instituciones donde se hacía o se enseñaba economía”.

De acuerdo con Javier Elguea Solís, ese esfuerzo colectivo fue la segunda gran parte del legado que construyó durante su vida: fue una formidable educador y formador de generaciones economistas en El Colegio de México, la UNAM, el ITAM, el Instituto Politécnico Nacional y, por supuesto, desde El Colegio Nacional: “un investigador incansable, que creó conocimiento y, además de aplicarlo, lo divulgó generosamente en numerosos artículos”.

Pensador de vanguardia

Para uno de sus principales discípulos, Jaime Serra Puche, a Leopoldo Solís se le debe considerar como un referente especial de la investigación económica de México, “reconocido por tener una gran influencia en el área de su trabajo, como muy pocos economistas del país, fue además un líder sobresaliente, que siempre exigió que la política económica estuviera basada en el análisis riguroso de las distintas variables de la economía”.

Quien fuera introductor en México de la ciencia económica moderna, estableció una batalla permanente para asegurarse que las decisiones de política económica en el país no sé tomarán “con alguna forma de despreciar la importancia y la gravedad de los asuntos, no se puede improvisar y eso me parece que es una lección muy importante sobre todo en estos días”, señaló Serra.

“Leopoldo fue también mentor de un gran número de economistas que trabajaron con él antes y después de hacer sus posgrados, tanto en el Banco de México como en otras instituciones. No tuve el privilegio de trabajar con él antes, fue después de terminar mis estudios en Yale que lo conocí”, reconoció el presidente del grupo financiero BBVA.

Serra Puche estimó a Leopoldo Solís como un hombre inteligente, con una gran curiosidad por entender a fondo metodologías nuevas para el análisis económico: “generoso con su tiempo, sin pretensiones y con entusiasmo contagioso; en distintos encuentros que tuve con él, revisando la metodología del modelo de equilibrio general computable, surgió la oportunidad de realizar un proyecto ambicioso para utilizar está metodología en el estudio de distintos temas de la política económica mexicana”.

Juntos no sólo desarrollaron estudios publicados en varias revistas, al tiempo de realizar análisis de asuntos de energía, de política fiscal impositiva y de otros sectores, “construimos también un modelo sobre el comercio interior de México, tema en el cual estaba especialmente interesado”.

Le encantaba ver cómo funcionan los mercados itinerantes en la provincia mexicana y entre las principales conclusiones que pudo obtener de estos acercamientos está la problemática social asociada con el control de precios, resaltó Serra Puche, en un tiempo en el que el tema resurge, “porque volvemos entrar en este debate de los precios controlados y fue un tema que estudiamos con cuidado y con relativa profundidad en el modelo”.

“Los resultados en la aplicación de ese modelo no fueron sorprendentes: el control de precios genera distorsiones en el mercado, que acaban afectando a aquellos grupos con ingresos menores que se pretende apoyar, debido a la disminución de la oferta que resulta del propio control de precios”, aseguró.

De entre las diferentes instituciones en las que don Leopoldo Solís dejó un legado, quizás una de las más importantes haya sido El Colegio de México, y para la historiadora económica y social Aurora Gómez Galvarriato Freer, la obra del homenajeado permitió comprender una de las etapas fundamentales en el pasado mexicano.

“Después de varias décadas en las que México había estado sumergido en periodos ya sea de inestabilidad macroeconómica o de crecimiento económico precario, o de ambos problemas juntos, cada vez se ha visto con más nostalgia ese periodo al que se llamó ‘desarrollo estabilizador’, en el que gozamos a la vez de un alto crecimiento económico y de una baja inflación”.

Un período que aparece en el imaginario nacional como un tiempo glorioso al que hay que volver para retomar el camino perdido, “como de hecho sugirió el actual presidente de México en su discurso inaugural”; sin embargo, existe gran confusión sobre los factores económicos, políticos y sociales, internos y externos, que generaron esa prosperidad con estabilidad, indicó la investigadora.

“Pocas lecturas nos permiten entender mejor ese periodo, con sus alcances y limitaciones, como la obra de Leopoldo Solís; una reflexión que ocupó gran parte de su vida, un asunto que fue repensando conforme el tiempo le fue brindando mayor perspectiva y que fue plasmando en las ediciones consecutivas de La realidad económica mexicana retrovisión y perspectivas, así como en otras de sus publicaciones”.

En ese sentido, Solís creyó en la importancia de mirar en el largo plazo para entender el mundo, utilizó sus conocimientos de teoría económica y métodos cuantitativos para explorar la historia, “comprendiendo que sin retrovisión no se puede encontrar la perspectiva”.

A Eduardo Turrent Díaz, autor de la obra Historia del Banco de México, correspondió cerrar con las reflexiones en la mesa de homenaje, lo que le permitió evocar la generosidad de Leopoldo Solís, “un economista con muy buena formación, con mucho interés en conocer bien la teoría económica, las matemáticas, la estadística; con mucha insistencia en la cultura económica y muy bien informado de autores, escuelas y corrientes de pensamiento”.

“El economista funcionario público de excelencia, el economista académico o economista intelectual, cuyos artículos y conferencias forman parte de la vanguardia entre los economistas y de los principales departamentos de economía del mundo: con mucha claridad para explicar las cosas en los en las situaciones más nebulosas”, agregó.

Al concluir la mesa se realizó la develación del retrato de Leopoldo Solís Manjarrez (Óleo sobre madera. 95 x 70 cm. Colección: El Colegio Nacional), pintado por Luis Nishizawa en 1997. 

El Homenaje luctuoso a Leopoldo Solís Manjarrez, coordinado por los colegiados José Ramón Cossío y Javier Garciadiego, reunió a funcionarios, expertos y discípulos de quien fuera miembro de El Colegio Nacional. Las dos mesas del homenaje se encuentran disponibles en el Canal de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx

 

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