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MÉXICO OCUPÓ EL QUINTO LUGAR EN OBESIDAD EN EL MUNDO EN 2022 Y SE ESTIMA QUE LA CIFRA AUMENTE: HIRIART URDANIVIA

MÉXICO OCUPÓ EL QUINTO LUGAR EN OBESIDAD EN EL MUNDO EN 2022 Y SE ESTIMA QUE LA CIFRA AUMENTE: HIRIART URDANIVIA

octubre 11, 2022
Boletines Comunicados Institución Pablo Rudomin
        • Desnutrición, obesidad y diabetes, fue el nombre de la mesa transmitida en vivo el 10 de octubre por las plataformas digitales de El Colegio Nacional, como parte del ciclo Olores, sabores y dolores: una visión neurobiológica, coordinado por el colegiado Pablo Rudomin.
        • La sesión contó con la presencia de Marcia Hiriart Urdanivia, experta en fisiología humana, y el doctor en Ciencias Ismael Jiménez Estrada.
        • De acuerdo con Hiriart Urdanivia, “nuestra dieta está compuesta por carbohidratos, grasas y proteínas. Lo mejor es tener una dieta balanceada en la que se coman todo tipo de proteínas y se tenga un buen plato de colores”.
        • En palabras de Jiménez Estrada, la desnutrición es resultado de una pobreza extrema, que se presenta en regiones marginales y se debe a dietas bajas en calidad y cantidad de los nutrientes.

México ocupó el quinto lugar en obesidad en el mundo en 2022 y se estima que la cifra aumente a 35 millones de adultos para la siguiente década, de acuerdo con la Federación Mundial de Obesidad, así lo expuso Marcia Hiriart Urdanivia, experta en fisiología humana, al participar en la mesa Desnutrición, obesidad y diabetes, transmitida en vivo el 10 de octubre por las plataformas digitales de El Colegio Nacional.

La sesión contó con la ponencia del doctor en Ciencias Ismael Jiménez Estrada y formó parte del ciclo Olores, sabores y dolores: una visión neurobiológica, que coordinan Pablo Rudomin, miembro de El Colegio Nacional, y Ranier Gutiérrez, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional. 

La profesora del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM sostuvo que siete de cada 10 mexicanos están en obesidad o con sobrepeso. “Esto depende de factores genéticos, porque se han asociado más de cien genes que podrían tener que ver con la obesidad. Es la herencia que nos aportan nuestros abuelos, nuestros padres y ancestros”. 

De acuerdo con la experta, también existen factores epigenéticos, relacionados con la lectura que hacen las células; de microbiota, que se refiere a los cerca de tres kilogramos de peso de bacterias con los que cuentan los seres humanos y en donde parece que se encuentra RNA importante para el control de lo que comen las personas. “Hay factores ambientales, ciertos ambientes tóxicos pueden favorecer esta obesidad y llegar a la diabetes. La obesidad aumenta la susceptibilidad que presenta un organismo a tener otras patologías, como enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer”. 

Recordó que la energía se obtiene durante la digestión, porque todo lo que se come es degradado en elementos más simples al ser absorbidos en el intestino y también juega un papel importante el cerebro. Puntualizó que existen productos como los refrescos que utilizan fructuosa concentrada a los que se les debe parte de esta epidemia de obesidad. “Cuando nosotros almacenamos azúcar, una vez que tenemos el glucógeno completo, esta azúcar se va a transformar en grasa y se va a guardar mejor. El sesenta por ciento de lo que comemos día a día son carbohidratos… una torta de tamal con un champurrado de agua es una bomba de carbohidratos”. 

Agregó que la glucosa es el azúcar simple más abundante en la naturaleza. “Nuestra dieta está compuesta por carbohidratos, grasas y proteínas. Lo mejor es tener una dieta balanceada en la que se coman todo tipo de proteínas y se tenga un buen plato de colores. No es que las grasas sean malas, sólo pueden ser peores unas que otras y, muchas veces, la entrada energética no es igual a la salida energética”. 

Explicó que, en su laboratorio, decidieron hacer un modelo de síndrome metabólico en ratas que no son proclives a volverse diabéticas ni obesas. Después de darles agua con azúcar como si fuera refresco durante dos meses y algunas durante seis meses, desarrollaron síndrome metabólico y engordaron. “Si toman agua en lugar de refresco van a tener mejor digestión y a disminuir los kilos de más. Diabetes simplemente quiere decir eso: hiperglucemia o aumento de azúcar en la sangre”. Puntualizó que la meta de la medicina es, primero, prevenir que las personas engorden y después, prevenir que llegue a síndrome metabólico, la diabetes y la muerte. 

Por su parte, Ismael Jiménez Estrada, investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, se refirió al efecto de la desnutrición sobre la percepción sensorial periférica, es decir, lo que sienten las personas que enfrentan desnutrición. “La desnutrición es resultado de una pobreza extrema, que se presenta en regiones marginales y se debe a dietas bajas en calidad y cantidad de los nutrientes”. 

Detalló que, de acuerdo con cifras oficiales, en México 20.4% de los niños menores de cinco años presentan desnutrición crónica. Entre los factores que la producen se encuentran el alcoholismo, la drogadicción, las dietas esquemas, un mal manejo de recursos alimentarios, la pobreza extrema y la educación deficiente de cómo comer, lo que también se asocia con la obesidad. 

El neurofisiólogo explicó que la desnutrición produce una alteración de la estructura y función de todos los órganos, sistemas corporales, incluyendo el sistema nervioso central y periférico, el cerebro y los nervios. En relación a la percepción sensorial que tienen los seres humanos con la desnutrición, recordó que la piel tiene múltiples receptores con fibras nerviosas que responden a estímulos, lo que conduce a características morfológicas como peso, tejidos y órganos se ven reducidas y, sobre todo, el peso corporal.  

Con estudios realizados en roedores, el doctor en Ciencias y su equipo encontraron que el efecto de la restricción alimenticia crónica sobre los nervios periféricos sensoriales de la rata, provoca que el potencial de acción sea considerado de menor amplitud, lo que puede afectar a la médula espinal y al cerebro. “Afectan el potencial de acción de los nervios y los otros sentidos más generales, el gusto, la visión, entonces lo que estamos viendo es que hay una menor entrada de información al sistema nervioso central”. 

“Especulando, consideramos que si se afectan estos nervios y la información de los sentidos, esto indica que la percepción sensorial de los mexicanos puede estar un tanto reducidas, lo que hace que, si el gusto está alterado, se necesiten alimentos con muchos colores y picante”, expresó el experto. 

La mesa Desnutrición, obesidad y diabetes, coordinada por el colegiado Pablo Rudomin y Ranier Gutiérrez, del CINVESTAV, se encuentra disponible en las redes sociales de la institución:

Página web: www.colnal.mx

Youtube: elcolegionacionalmx

Facebook: ColegioNacional.mx

Twitter: @ColegioNal­_mx

Correo de contacto: prensa@colnal.mx

 

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