Colnal | 2 agosto 2019

Política, nación, identidad y pueblos | Huehue: diálogos a través del tiempo | Experiencias de vida entre distintas generaciones | Ciclo

● Los pueblos originarios suelen hablar de la gente mayor como mujeres y hombres de juicio, es decir, la edad es atributo de sabiduría y experiencia. Queremos honrar eso porque creemos que en el México moderno hace falta: Juan Villoro

● Las lenguas que no tienen el respaldo de un Estado y un ejército o un banco están en riesgo: Yásnaya Aguilar Gil

● Somos una nación de naciones con pensamiento colonial en la que cada una aporta su vida para el engrandecimiento de la nación, pero a la hora de obtener los beneficios es una sola de las agrupaciones nacionales la que recibe los privilegios y la posibilidad de dirigir, ordenar, mandar cuales son los caminos que todos los demás deben de seguir. Eso es establecer un régimen con la base fundamental de la injusticia: Alfredo López Austin

● Hay demasiado olvido hacia los viejos y si todo sale bien todos vamos a llegar a ello y hay que reflexionar al respecto: Mardonio Carballo

● El nacionalismo que habla de un México tan mestizo borra temas tan fuertes como la existencia del racismo: Yásnaya Aguilar Gil

El integrante de el Colegio Nacional (Colnal), Juan Villoro en conjunto con el titular de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, Mardonio Carballo, fueron los coordinadores del ciclo, Huehue: diálogos a través del tiempo, ciclo que inició el pasado viernes y en el que se busca que dos generaciones dialoguen sobre sus experiencias de vida a través del tiempo en torno a temáticas como política, nación, identidad y pueblos. En esta primera sesión participaron la lingüista y escritora, Yásnaya Aguilar Gil, y el historiador, Alfredo López Austin. A manera de introducción, Villoro dijo que “la idea de estos diálogos es que representantes del mismo campo o de áreas comunes que pertenecen a generaciones distintas discutan a través del tiempo. Decanos, veteranos, figuras ya clásicas de una tradición puedan establecer contacto con gente que inicia su andadura en la misma tradición”.

Por su parte, el poeta Mardonio Carballo comenzó su participación dando un mensaje en náhuatl y posteriormente presentó a los ponentes destacando la inteligencia de Aguilar Gil y dedicando unas palabras a López Austin: “muchos de los pueblos indígenas tienen en el Huehue, en las personas mayores, la posibilidad de encontrar derroteros y asideros. Me parece que hemos encontrado en las palabras de Alfredo López Austin, en su generosidad, en la generosidad de  generaciones en las cuales ha incidido su pensamiento para entendernos”. El escritor finalizó su primera intervención denunciando el actual olvido a los adultos mayores y asegurando que son una fuente importante de conocimiento.

La conferencia comenzó de lleno cuando Carballo le cuestionó a López Austin sobre si México era una nación de naciones, a lo cual el historiador contestó que “el diálogo nos hace falta mucho en México, sabemos hablar, es muy fácil hablar, lo difícil es escuchar. Aquí no escuchamos y esto es muy peligroso en todos los niveles porque en realidad sí somos una unidad de naciones sumamente compleja, pero el problema básico no es la multiplicidad, el problema está mucho más allá de los que no son escuchados. Tenemos una nación que todavía sigue pensando de manera colonia, hay una división de naciones en las que no se escuchan unas a otras, ¿cómo es posible que podamos seguir viviendo y prosperando cuando le negamos al otro el derecho de ser escuchado?”

Por su parte, Yásnaya Aguilar Gil dio un mensaje en mixe y cuestionó los sistemas de validación de las instituciones nacionales. La también lingüista respondió la pregunta hecha por Carballo al decir que “si bien existen muchas naciones en este país hay todavía una estructura colonial (…) las jerarquías y las estructuras de este país no son simétricas y eso pone en crisis el discurso festivo de la celebración de la multiculturalidad. Hay sistemas de opresión que hace que la sociedad esté basada en una estructura tremendamente injusta (…) el Estado mexicano es un gran apropiador indebido de las culturas, los pueblos, el pasado indígena para justificar esa existencia y hablar de que somos la raíz de algo tan injusto como es el Estado mexicano”.

Ante la pregunta de Villoro de cómo es la forma de llegar a consensos democráticos en las comunidades indígenas, Aguilar Gil cuestionó el pacto entre individuos y Estado que propone el sistema democrático debido a que no incluye el concepto de comunidad que proponen los pueblos originarios: “el Estado, desde la Constitución, lo que hace es reconocer un pacto de garantías individuales y ha tenido mucho problema en reconocer colectivos porque para el Estado somos ciudadanos”. La escritora recordó la manera de autogestionarse que tuvo la Ciudad de México en el temblor del 19 de septiembre de 2017: “es posible vivir sin el Estado, sin pagar impuestos y sin ir a votar cada cierto tiempo para que cierta clase que siempre es la misma determine cosas fundamentales como la salud, la vida, nuestros derechos básicos”.

A su vez, López Austin señaló que la concepción individualista impulsada por la mayoría se enfrenta a la visión indígena de que la persona vale por sus nexos con la comunidad: “son visiones completamente distintas del mundo. Nadie posee, en ningún campo, la verdad absoluta, todos tenemos nuestras verdades y son verdades que no dependen de lo que obtiene el individuo en su vida íntima, sino en su vida social (…) Lo que pasa es que se descalifica, el que no piense como yo está mal y está mal en el caso indígena porque desde el momento mismo del dominio español son niños. Esa calidad de niños viene de la necesidad de que sean otros los que determinan cuál es su destino, qué es lo que les conviene, qué es lo que necesitan, qué es lo que deben de aspirar, qué lengua tienen que hablar para progresar en este mundo”.

Enseguida, Carballo le preguntó a la intelectual mixe “¿qué tan amenazadas están las lenguas de México?”, a lo que contestó que “todas las lenguas indígenas están amenazadas y es bastante peligroso pensar que unas sí lo están y otras no, porque todas sufren los mismos embates(…) en todo el mundo nos estamos enfrentando a un lingüicidio terrible y como nunca y esto tiene que ver en la creación de un mundo dividido en países (…) el Estado mexicano no es producto del convenio entre las naciones y culturas que lo habitaban. El nacionalismo parece que está ligado a valores, pero en realidad no. Es la justificación del racismo, de prácticas antiinmigrantes y lo que ha sucedido con los pueblos indígenas, todo en nombre de la existencia de una sola nación. El gran logro del Estado mexicano es hacernos creer que es una nación y es solo un Estado (…) combatir el nacionalismo me parece algo fundamental si queremos rearmar las relaciones internacionales en este país porque combatiendo el discurso del nacionalismo podemos combatir el discurso antiinmigrante”.

De acuerdo con el mismo tema, López Austin ubicó a la imposición de una lengua, una religión y un pensamiento como el origen de la discriminación de los pueblos originarios: “no se tiene en cuenta al otro, el otro existe como alguien que debe de ser salvado, instruido, educado, civilizado, introducido en el camino del progreso, en la obtención de bienes superfluos”. El especialista en mitos denunció a la minoría más rica del país como los que no permiten el reconocimiento del territorio y la cultura de los pueblos indígenas debido a que contravienen a sus intereses económicos. Finalizó mostrándose a favor de un nacionalismo basado en el trabajo con el otro, el respeto a la diferencia para constituir una unidad de esfuerzo, el reconocimiento de la heterogeneidad social: “yo sé que es una utopía, pero hay que perseguir la utopía”.

Ante el cuestionamiento de Carballo de si es posible la reconstitución nacional incluyendo las diferentes identidades, López Austin precisó que el problema es estar sujetos a un sistema económico que concentra la riqueza en pocos: “esa diferencia económica es la que produce una serie de consecuencias que produce discriminaciones”. Por su parte, Aguilar Gil cuestionó si el concepto de nacionalismo visto desde una suma de anhelos es posible cuando es determinado por fronteras físicas y propuso la creación de nuevas formas de organización, diferentes al Estado, ante una crisis climática.

La lingüista destacó el concepto de ‘comunalidad’, debido a que es una categoría para estudiar las formas de vida indígenas que surgió de los mismos pueblos originarios y se mostró a favor de la autonomía de las comunidades ante una realidad que no permite pensar en soberanía. Por su parte, Carballo le preguntó a López Austin si había visto un cambio en la forma de percibir a los pueblos indígenas desde el levantamiento zapatista, a lo que el especialista subrayó el empoderamiento que ha tenido la mujer en las formas de organización comunales.

La conferencia finalizó con Aguilar Gil cuestionando la existencia de los Estados: “como horizonte es posible pensar en mundo post Estados donde otras posibles organizaciones de la vida en común sean posibles”. En este sentido, López Austin propuso ir más allá y no culpar solo al Estado, sino a los poderes que los manejan: “yo creo que el día en que el capitalismo y el neoliberalismo destruyan al Estado crearán a otra cosa que lo sustituya. No creo que el Estado les sea indispensable, simplemente es un buen instrumento hasta ahora. El problema no es la institución, el problema es el sistema económico”.

La siguiente sesión del ciclo será el próximo viernes 16 de agosto a las 19 horas en las instalaciones del Colnal. El tema que se tocará será El exilio español en México y contará con la participación de Fernando Rodríguez Miaja y Ángela Vázquez González, además de la moderación de Laura García.

Puede consultar la actividad completa en el canal de YouTube de El Colegio Nacional:https://www.youtube.com/watch?v=Kuty9Z8j0sQ